El 57,4 por ciento de lectores defiende que no se sancione a quienes rechacen la vacuna

Así lo ha expresado el 57,4 por ciento de los participantes en la encuesta propuesta por este medio digital. Por el contrario, el 42,6 por ciento de lectores que han manifestado su opinion en torno a esta controvertida cuestión son partidarios de que la vacunación sea obligatoria y que, por tanto, el hecho de no acudir a la cita de vacunación implique la correspondiente multa.

Como se podrá comprobar, no existe una gran brecha de distancia entre los consultados que apoyan una opción y los que sostienen la otra alternativa. De hecho, la posibilidad de que en algún momento los responsables políticos y sanitarios impongan la administración forzosa de las vacunas de la Covid aprobadas hasta ahora en España, así como en el conjunto de la Unión Europea, divide no solo a la sociedad en general sino también a los propios expertos y a los representantes de las instituciones públicas que, eventualmente, deberían promover la obligatoriedad de recibir las dosis.

DOS BANDOS DIFERENCIADOS

Por una parte, existen colectivos que enaborlan la necesidad de respetar la decisión libre e individual de cada persona. Otros sectores, en cambio, priorizan el objetivo de asegurar la máxima inmunización general de la población ante una enfermedad altamente contagiosa, especialmente ahora que los últimos estudios parecen poner de manifiesto que algunas de las nuevas cepas descubiertas, como la británica, cuentan con una capacidad de infección superior a la variante original de la Covid.

En Baleares, además, predomina la urgente necesidad de salvar la próxima temporada turística de verano para frenar una caída aún mayor de la actividad económica y laboral en las islas. A este respecto, un plan de vacunación que no cumpla con las metas de inmunización planteadas por parte de los responsables de la campaña (un 70 por ciento, al menos, sobre el contingente general de residentes, antes de que se inicie la temporada alta) podría comprometer la reactivación de Baleares como destino vacacional en unos meses estivales que, por el momento, siguen presentándose inciertos.