El turista sueco que tras una noche de juerga robó el pasado 21 de febrero un camión cargado con bombonas de butano y sembró el pánico en Barcelona conduciendo a toda velocidad y en contra dirección ha quedado en libertad tras ser condenado a 2 años de prisión.
Según informa El Periódico en su edición digital, tras un pacto entre el fiscal y la defensa, el juez ha aplicado al acusado la atenuante de intoxicación por alcohol y drogas y le ha eximido de cumplir la pena en prisión, por lo que ha podido regresar a su país.