La investigación se publica en tres artículos en las revistas 'Nature Climate Change', 'Environmental Research Letters' y 'Earth System Science Data' y se presenta este miércoles 4 de diciembre en la 25 Conferencia de las Partes de Cambio Climático de la ONU (COP25).
En concreto, las primeras estimaciones sugieren que las emisiones de CO2 del uso del carbón disminuirán un 0,9% en 2019, mientras que las emisiones de CO2 del consumo de petróleo crecerán un 0,9% y de gas natural un 2,6%.
Igualmente, el estudio revela que la concentración de CO2 atmosférico alcanzó un promedio de 407,4 partes por millón (ppm) en 2018 y se prevé que aumente en 2,2 ppm en 2019 hasta alcanzar unas 410 ppm.
Según el estudio, se trata de un crecimiento más lento que en 2018, pero las emisiones mundiales de carbono siguen avanzando en la dirección equivocada en un momento en que los gobiernos deben apostar por la descarbonización.
Las emisiones mundiales de CO2 fósil (combustibles fósiles, industria y cemento) crecieron un 3% anual en la década de 2000, pero el crecimiento ha aumentado. Se desaceleró desde 2010 a un promedio de 0,9% por año, y de 2014 a 2016 hubo un aumento muy pequeño en las emisiones, que volvieron a crecer nuevamente en 2017 (1,5%), 2018 (2,1%) y ahora en 2019 (0,6%).
Los investigadores encuentran que las políticas gubernamentales actuales no son suficientes. El reciente crecimiento de las tecnologías de baja emisión de carbono (solar, eólica, vehículos eléctricos), en el mejor de los casos, sólo ha ralentizado el crecimiento de las emisiones mundiales de combustibles fósiles.