El trabajo de ser mujer
jueves 06 de marzo de 2014, 18:53h
Esta semana celebramos el Día Internacional de la Mujer trabajadora. Lo primero que me viene a la cabeza es ¿Tenemos que celebrarlo? Ser mujer hoy en día aunque no es tan difícil como antaño, aún sigue siendo complicado.
Luchamos cada día por cumplir con todos los papeles, madre, esposa, amiga, colega, compañera, vecina, prima etc. con el añadido de que queremos ejercer todos esos papeles a la perfección, no admitimos fallos o errores y cuando los tenemos lo normal suele ser, venirse abajo.
Las mujeres desde siempre lo hemos tenido todo más complicado, nuestra condición de ser las originarias de la humanidad nos ha relegado a un segundo plano. Todo hacía pensar que el feminismo traería nuevos aires. A mi entender ese es uno de los episodios en el que nos equivocamos, el feminismo ha traído más estrés a la vida de las mujeres. Me explico, en lugar de conseguir igualdad de derechos, las feministas han luchado por una igualdad de género que no existe y en mi opinión es imposible. Si partimos de la base que como comentaba anteriormente, somos las que albergamos a otro ser humano en nuestro vientre, esto nos condiciona a un gran número de diferencias con respecto a los hombres. Por tanto reprocho al feminismo radical el daño que nos han hecho.
En este día de celebración que no debiera existir, pero que no por ello voy a desaprovechar, reivindico a la mujer, a su identidad y su femineidad; reivindico su capacidad de maternidad, reivindico su valor social, personal e incluso económico. Alzo la voz a favor de las que deciden quedarse solteras y las que deciden quedarse en casa. Abogo por ser iguales en derechos y en deberes.
Pido que en igualdad de condiciones cobremos el mismo sueldo que cobra un hombre, que cuando una mujer liga con unos cuantos se le deje de llamar puta, mientras si ellos tienen varias mujeres en su redil son machotes; Pido que se deje de denominar violencia de género, se trata de violencia machista. Es necesario que la sociedad deje de ver como algo normal que sea la mujer quien lleve el peso de las tareas domésticas y el cuidado de los hijos. Pues la familia sea del tipo que sea, está para enseñar a las futuras generaciones la capacidad de compartir.
Porque en resumen, no somos estereotipos ni modelos de nada; debemos ser lo que queramos ser y aunque bien sabe Dios que ser mujer es un gran trabajo, ya es hora de que nos den un descanso.