Septiembre ya impone su ley. José Ramón Bauzá comienza su tercer curso al frente del Govern. Es el decisivo. El 2014 será año pre-electoral, ya con la mirada puesta en los comicios de la primavera del año siguiente. Bauzá tiene un inicio de curso de atmósfera densa y nubarrones de mal presagio. El mundo educativo anda revuelto a causa de la aplicación del TIL (Tractament Integral de Llengües). Esta semana habrá asambleas y reuniones en muchos centros docentes. La recogida de firmas continua adelante. La amenaza de huelga indefinida a partir del próximo día 13 es un hecho. Es la gran batalla del curso clave de la legislatura.
Hasta ahora, Bauzá ha dado muestras de un estilo de gobernar lineal, de rumbo fijo. Los que le conocen afirman que no piensa desviarse ni un milímetro en su estrategia docente, tendente a mitigar la fuerza del catalán en las escuelas y potenciar el conocimiento de lenguas extranjeras, comenzando por el inglés. Cuenta también con una ventaja: huelga indefinida en colegios e institutos produce escalofríos. No es la protesta de un día o varios. Se trata de una medida que afecta a los padres de más de 160.000 alumnos y a sus hijos escolarizados. Caso se tener éxito la convocatoria (que cuenta con el apoyo de los partidos de la oposición), lo indudable es que Baleares podría encontrarse en una situación límite este setiembre si la huelga se prolongase durante varios días, más allá de lo soportable. Esta semana será clave para encontrar una solución. La consellera de Educació, Joana Maria Camps, y su secretario autonómico, Guillem Estarellas, tienen un papel clave.
Pero Bauzá tiene un gran activo a su favor. El contrapunto a esta coyuntura tan tensa en el campo educativo es la extraordinaria temporada, turística que vive el Archipiélago. La actividad económica es este verano vibrante, incluso histórica. Baleares comienza a intuir que la mejora económica es un hecho que se está consolidando, poco a poco, todavía en un ambiente de austeridad y sacrificio, pero ya de manera irreversible. Bauzá necesita mantener este ritmo de mejora hasta la primavera del 2015,cuando llegue la hora de las urnas. Pero mientras, y este es su gran reto para el curso que ahora comienza, es poner las bases para que vuelva la inversión, el suficiente optimismo y apoyo institucional para que se vuelva a crear empleo.
El personaje clave es el titular de Economía, Joaquín García. De él depende buena parte del balance que pueda presentar Bauzá del presente curso. Habrá que ver si aparecen los añorados proyectos privados estrella que visualicen el añorado clima de confianza. Si la economía se arregla, el resto de problemas tarde o temprano acabará por solucionarse. Pero mientras, el Consolat tiene un polvorín: la aplicación del TIL en la estructura educativa. El ahora mismo el único factor que pone en peligro la estabilidad social.