El supuesto patrón de patera dice que era un ocupante más

En la embarcación había 30 personas, entre ellas diez menores. Según la Guardia Civil, cuando fueron interceptados solo dos niños llevaban chaleco salvavidas. Había cinco chalecos para los más pequeños y algunos para adultos, pero eran insuficientes para todos los que iban a bordo.

El 3 de agosto por la mañana se encontró una patera cerca de Cabrera. La Fiscalía informó que el viaje comenzó desde Cap Djinet (Argelia) la mañana del 2.

La Fiscalía afirma que el acusado era el capitán de la embarcación sin matrícula, dotada con dos motores. Según ellos, "dirigió en todo momento" el barco durante 15 horas hasta que se quedaron sin combustible y pasaron una noche a la deriva.

El SIVE detectó una embarcación y la Guardia Civil envió una patrulla para rescatar a sus pasajeros junto con Salvamento Marítimo.

La Fiscalía destaca en su escrito el riesgo que implicó la travesía para los migrantes, ya que la embarcación "no cumplía con ningún estándar de seguridad marítima internacional" y "transportaba mucho más pasajeros de lo permitido". Además, no contaba con radar, GPS o radio.

Según la acusación pública, cuando se realizó el rescate ya no había agua para los pasajeros. La Fiscalía recalca que estuvieron a la deriva toda la noche, "sin protección y expuestos a cualquier peligro que pudiera ocurrir en el mar", como ahogamientos, hipotermias graves "y otras desastrosas consecuencias", sin la posibilidad de contactar con tierra.

El Ministerio Público afirma que el acusado fue elegido para manejar el barco por una mafia argelina dedicada a estos viajes profesionalmente. La Fiscalía dice que cobraban 1.600 euros en dinares argelinos por cada adulto.