El Tribunal Supremo ha citado para los días 2 y 3 de noviembre a los seis miembros de la Mesa del Parlament, entre ellos su presidenta Carme Forcadell, acusados por la fiscalía de los delitos de rebelión, sedición y malversación.
Las comparecencias se producirán a partir de las 09.30 horas y los investigados deberán declarar acompañados de abogado, según explica la providencia que ha dictado el instructor de la causa, el magistrado Pablo Llarena.
FORCADELL: "NOS QUIEREN EN LA CÁRCEL"
Según difunde el Parlament en una nota de prensa, Forcadell ha tachado la querella de “política” y ha acusado al Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, de actuar con “agresividad”, una actitud que ha contrastado con “el pacifismo de las instituciones y la sociedad catalana”.
Para Forcadell, esta agresividad queda evidenciada por el nombre del archivo enviado sobre la querella, ‘Más duro será la caída’. A su juicio, la querella está llena de contenido y argumentos políticos y, por lo tanto, “sin base jurídica”. Ha recordado que la rebelión y la sedición son delitos que implican uso de la violencia, lo que “en ningún caso se ha producido” porque la sociedad y las instituciones catalanas “han actuado, actúan y actuarán siempre pacíficamente y democrática”.
“Nos quieren en la cárcel por lo que pensamos y lo que representamos, no por lo que hemos hecho”, ha concluido Forcadell, que ha tachado el escrito de la querella de una “causa general contra el soberanismo”, para criminalizar y construir un relato sobre una violencia que “no ha existido”. “La violencia que hubo el 1 de octubre no fue ejercida por la ciudadanía, precisamente”, ha insistido.
La presidenta ha recordado que su labor al frente de la institución y como miembro de la mesa es “garantizar la libertad de expresión y el derecho de iniciativa de los diputados y las diputadas”. “Actuar de otro modo habría supuesto incumplir las funciones para las que nos escogieron”, ha defendido.