El tiempo es inexorable, el final del verano está a punto de comparecer y nuestro Rey llegó con retraso o mejor dicho, no llegó, a la Copa de Vela que lleva su nombre. La semana pasada ya analizamos largo y tendido el tema. Hoy toca adentrarse un poco en la promoción que supone para Mallorca la celebración de la Copa del Rey, no desde el punto de vista deportivo sino estrictamente social. El primer punto a poner sobre la “i” se refiere , a que aunque se pretende desde la organización del clásico evento deportivo “aproximar a la sociedad mallorquina” esto quiere decir a todo hijo de vecino, bajo mi punto de vista es poco probable que ocurra, no por falta de intención, sino porque la vela es un deporte elitista, como lo es el golf o el tenis, aunque èste último gracias a Rafa Nadal y los bailes de Djokovic se presiente cada día algo más cercano, por cierto, el protocolo en el tenis otrora rígido cada vez se relaja más, pero de eso hablaremos otro día. Lo que decía, el deporte de la vela a cierto nivel, no es ni será jamás un deporte para cualquier persona, pues una condición imprescindible es poseer cierto presupuesto abultado para practicarlo; eso nos lleva al segundo punto, los motivos para querer acercar un deporte elitista a una sociedad llana y en crisis, mi conclusión es, que simplemente, en el aspecto social, se trataba de organizar “algo”, dar actividad al verano mallorquín, si esto supone hacer pensar al ciudadano de a pie que puede “aspirar” a codearse con las altas esferas, bien vale una misa organizar un evento como el Village de la Copa del Rey. Pero la pregunta es ¿ Ha sido una buena promoción para la Copa del Rey tener a Mario Vaquerizo, Carmen Lomana, Miranda Makaroff ( a quien prácticamente nadie conoce) a las hermanas Osborne, diseñadores de moda en crisis y otros “promocionando” el acontecimiento?. Desde mi punto de vista la respuesta es no. Cuando se organiza una campaña de Relaciones Públicas además de tener en cuenta el retorno de la inversión, has de ser consciente que la estrategia que sigas debe afianzar la “marca” para la que estas realizando dicha campaña, pienso que en este caso, las figuras escogidas y la percepción que estas transmiten, en absoluto coinciden con la imagen de marca de la Copa del Rey y de lo que puede ser bueno para las Baleares. Que lejos han quedado aquellos años en los que famosos de rancio o nuevo abolengo visitaban el Real Club Náutico en espera de verse imbuidos por el halo aristocrático, aspiraban añadir a su “imagen” esa percepción para consolidar su “marca”. Ahora parece pretenderse lo contrario. Mientras tanto, al seudo-famoseo se le paga estancias a todo tren en las islas, pero cuando observas y analizas si el dinero invertido ha valido la pena, se puede comprobar fácilmente que no. Contemplar a cualquiera de ellos en “Corazón de verano” con el fondo del Club Náutico pero sin que prácticamente se mencione que hacía ahí el famoso de turno, sinceramente es tirar el dinero o al menos, a mí me lo parece. No sé que puedan opinar los patrocinadores. En definitiva, convendría que el listón fuera más alto para las próximas ediciones, porque uno ya no sabe si es Mallorca que promociona todos estos eventos y personajes, o al revés. Hay que tener las miras más altas y por lo que cuesta… Y para cerrar esta trilogía, la próxima semana un monográfico de Letizia.
