CAEB se refuerza

La patronal CAEB está muy cerca de aprobar la integración en su seno de 700 empresarios de la restauración, bares y cafeterías que supondrán un gran refuerzo para la organización. Estos emprendedores son una escisión de la PIMEM, encabezados por el animoso y combativo Alfonso Robledo, que en la práctica han dado un vuelco a la correlación de fuerzas entre organizaciones empresariales existentes hasta hace poco tiempo.

Lo evidente es que se está produciendo un proceso de asimilación de las patronales nucleada en torno a CAEB, que tiene la estructura más fuerte. Es el signo de los nuevos tiempos, marcados por la austeridad y de la reducción a la mínima expresión de subvenciones y ayudas públicas. La unión es una necesidad. Y también una ventaja. Organizaciones más sólidas, cohesionadas e independientes del maná político ganan en fuerza, en responsabilidad y en capacidad de tomar decisiones propias. Todos los afiliados salen ganando porque sus intereses serán verdaderamente protegidos y defendidos. También los proyectos e iniciativas colectivas que se aborden gozarán del bendito atributo de la independencia como organización diferenciada y con criterio propio.

Poco a poco se está conformando una nueva CAEB, menos adicta a dorarle la píldora al poder, sea el que sea, y más centrada en potenciar el tejido productivo balear.

Para una sociedad turística la presencia de centenares de restauradores y dueños de bares y cafeterías supone una gran inyección de vigor y empuje. La sana convivencia en CAEB de grandes y pequeños empresarios también será de mucha utilidad a la hora de visionar al Archipiélago en su conjunto, limando contradicciones y articulando pasos adelante compartidos.

Las empresas son la columna vertebral de unas islas que siguen adelante con coraje a pesar de las dificultades. Esta CAEB más amplia y compleja ha de ser un espejo y un motor para una sociedad que precisa soluciones, crecimiento racional, sostenido e inteligente y, sobre todo, más puestos de trabajo.