El TSJB ha dictaminado que los interinos sanitarios deben tener los mismos derechos económicos que el resto de los profesionales que realizan su misma actividad. Entre ellos el de carrera profesional.
El PSIB, abrazado a independentistas y comunistas, se niega a comprometerse a no a recurrir la sentencia. Utilizan al director del servicio de salud, un cargo de gobierno en funciones, para afirmar que lo están estudiando legalmente. Serán sesudos.
Después de cuatro años de clientelismo, populismo y postureo, en los que, cuando les ha interesado, se han asomado a la legalidad desde el otro lado para evitarla, se pone a estudiar la moralidad de un compromiso. Creo haber entendido que los agentes sociales les han pedido que manifiesten si se comprometen a cumplir con la sentencia, no con tomar medidas ilegales. Para esto, llegado el caso, ya se valen solos.
Después de una legislatura de poses, de desenfreno, de actitudes de nuevos ricos, de gastar sin mesura, de improvisación y procrastinación están más preocupados en evitar que el cuidado, manoseado e interesado discurso de recuperar derechos, se les vaya por el desagüe, que seguir apostando por sus profesionales.
Su compromiso con los profesionales y con la realidad sería más fácil si estuvieran trabajando en vez de estar en campaña desde el año pasado. Se nota el momento en el que entran en “modo campaña” porque las afirmaciones de “vamos a hacer”, pasan al “estamos haciendo”, sin que haya cambiado la situación de la actuación en cuestión. Se les ha agriado hasta la demolición de Son Dureta, después de haber presentado, a bombo y platillo, en cuatro ocasiones la propuesta de reforma.
No será por dinero. Para aparcar gratuitamente al aire libre y en el sótano de los 172 mil metros cuadrados edificados de Son Espases, en unos terrenos que costaron 7 millones de euros, han reconocido haber pagado 22. Hay datos que apuntan a que la modificación del contrato que habían firmado ellos mismos, en el Govern del Pacto 2.0, puede haber tenido un coste para las arcas públicas, de más de 100 millones de euros. El equivalente al coste de 12 solares de la misma superficie que ocupa el hospital. Tiempo habrá para revisar la operación con su correspondiente auditoria.
No será por principios. En vez de mejorar el transporte público adecuando las frecuencias de los autobuses de la EMT y haber apostado por la ampliación de la línea de metro hasta el hospital, han regalado a la ciudadanía, a cobro revertido, un moderno scalextric que satura a diario las vías de acceso.
Tampoco será por falta de experiencia. Llegados al final de legislatura, la historia se repite. A pesar de haber incrementado el presupuesto del servicio de salud en más de 400 millones, las facturas se vuelven a acumular y los cajones vuelven a cumplir su función prioritaria, guardarlas para el próximo ejecutivo. Incluidos los singulares y sustanciosos desvíos de las nuevas empresas públicas.
Llegado este punto, no basta con ponerse de perfil para evitar chaparrón, el agua sube desde abajo y ya llega a la cintura. Buen finde amigos.