Un alcalde no tiene que ser honesto. Lo que tiene que hacer es su puto trabajo, conseguir que las cosas salgan bien. No, no que las cosas salgan bien: que todo funcione. Alexis Ravelo en Un tío con la bolsa en la cabeza.
El Alcalde Hila que ya lleva unos cuatro años presidiendo Palma tiene la especialidad de crear problemas donde no los había y a los ya existentes no encontrarles solución. El problema es él mismo.
Dicen aquellos que se dedican a la res publica que lo que más les llena de satisfacción es trabajar en la administración municipal pues se tiene un contacto directo con los ciudadanos. Imagino que al alcalde Hila le ocurre lo mismo que al Premier Sánchez, le sale un sarpullido cuando deben tratar con esos seres inferiores que somos los administrados.
Después de tanto tiempo en el poder los ciudadanos y especialmente los que somos críticos con su gestión ya empezamos a tener una idea de su capacidad y de cuál será su impronta en la Ciudad una vez haya cesado o le hayan dado una patada hacia arriba, pues se me antoja difícil que tenga un lugar de trabajo al que acudir con los ingresos que seguro que cree merecer.
Una vez finalizadas las fiestas navideñas e inmersos en una realidad social muy dura y ya que no nos puede dar Panem et circenses debido a la supresión de las fiestas de San Antonio y San Sebastián no nos queda otra que vivir el presente; la realidad es que la Ciudad está más sucia que nunca. En determinadas zonas asquerosamente sucia. El cambio de criterio en la recogida de trastos ha supuesto un caos del todo inaceptable, error del que de ningún modo quieren salir.
Los grafiteros han tomado Palma y hacen de las suyas en donde se les antoja; cualquier día aparecerá pintada la fachada de Cort 1. Siendo la única cosa que sabe hacer bien la izquierda, subir impuestos, y con su voraz ánimo recaudador lo único que se ha hecho es crear la tasa que naturalmente debe pagar el ciudadano víctima del vandalismo. No fuese que al autor del desmadre, un modélico ciudadano que expresa su interior a través del arte callejero le creemos un trauma con una sanción.
No crean que en movilidad la gestión es mejor, probablemente es peor; se ha hecho un gran esfuerzo inversor, se han comprado 100 autobuses. La realidad es que solo circulan 20, los otros 80 están parados no sé porque remota explicación que no me atrevo a trasladarles para no insultar su inteligencia. Asimismo hay que añadir que esos autobuses no llevan cinturones para sillas de rueda y otros son demasiado grandes para las calles de Palma. Ni gastar dinero sabe.
Podría seguir hablando del edificio de Gesa, catalogado y en ese estado, las galerías de la Plaza Mayor, Flassaders, el bosque urbano, ideado hace 5 años y lleva 2 de obras. La Plaza de España, cada vez parecida a la que citaba el grupo Osifar en su legendario pasodoble de amor
Un último apunte para la relación que ha mantenido el Alcalde con el pequeño comercio y la restauración. Se acuerdan que querían suprimir terrazas, después toldos, y la gran promesa del maná de las ayudas, prometidas al principio de la pandemia hace casi un año, lo único cierto es que ningún agraciado a lo largo de 2020 percibió la ayuda comprometida. Esa es la realidad del concejo que tenemos. Prometen y después incumplen, que no es otra política que la instaurada por su jefe supremo Sánchez Castejón.
¿Y que hacen los para los ciudadanos en el consistorio los partidos de la oposición?, pues lo que pueden frente al rodillo del gobierno de los incapaces. La realidad es que falta aproximadamente dos años y medio para las próximas municipales, los partidos de la oposición están obligados a presentar unos candidatos a la altura de la Ciudad, que no sean aparatisch sino personas de prestigio; si no los encuentran que los inventen pero nos lo deben a los todos, tienen la obligación moral de sacarnos de encima esa tropa como diría el Conde de Romanones. Tenemos la Ciudad en las peores manos en el peor momento, y créanme si les digo que solo he desarrollado los 2 primeros puntos de los 5 que pensaba incluir pero no quiero aburrirles.
Hila no es el hombre capaz de conseguir que todo funcione como citaba al principio. Los partidos deben solucionarlo, nos lo deben.