La presidenta de la Cámara, Xelo Huertas, ha explicado a la prensa que esta medida, que se aplicará a partir del 1 de enero y que no ha contado con el apoyo de PP, Ciudadanos y PI, evitará que haya parlamentarios que cobren íntegramente su sueldo en el Parlament y otra cantidad por trabajar en otro sitio. "Cualquier político podrá trabajar en su despacho pero su remuneración en el Parlament será parcial", ha añadido Huertas.
Según Huertas, no era "comprensible" ni "ético" que hubiera diputados que cobrasen "dos salarios completos". Además, ha asegurado que las personas que pasarán a cobrar dietas globalizadas podrán mantener sus despachos abiertos porque del Parlament cobrarán, como mínimo, una dieta de 22.300 euros cuando "la media de los salarios en Baleares está entre los 12.000 y los 15.000 euros".
No obstante, el PP no comparte esta opinión y destaca que las personas que mantenían su actividad privada no cuentan con un sueldo garantizado en ésta porque la ejercen de manera "residual". Por ello, considera que la nueva medida "impedirá a los profesionales liberales con negocio que se dediquen a la actividad política.
Según ha explicado el diputado del PP, Juan Manuel Lafuente, ahora únicamente las personas que no tienen empleo, los funcionarios o quienes tengan rentas altas podrán dedicarse a la política. Además, ha criticado que, según su opinión, la beneficiada de la medida sea la portavoz parlamentaria de Podemos, Laura Camargo, quien va a pasar de cobrar 22.000 a 31.000 euros puesto que como ya no cobraba la dedicación plena, ahora se le suma otro suplemento por ser portavoz.
Asimismo, Lafuente ha augurado que los diputados que tenían su negocio propio acabarán dejándolo para pasar a cobrar la dedicación exclusiva, por lo que la medida supondrá un mayor gasto para el Parlament.