Fiestas, botellones, celebraciones... Las imágenes que diariamente salen a la luz de aglomeraciones de gente joven por todo el país ponen de manifiesto la inquietante relajación de este colectivo frente al coronavirus.
Este mismo martes de madrugada, la Policía Nacional dispersaba dos grupos -uno de ellos de hasta doscientas personas- cuando hacían botellón en Platja de Palma sin respetar la distancia interpersonal ni portar la mascarilla. El domingo, los asistentes a una despedida en la playa de Portals desfasaban a bordo de lanchas y motos acuáticas, una vez más, sin medidas de protección individual ni colectiva. Una semana antes, los agentes desmantelaban una pool party con un centenar de asistentes, drogas y alcohol.
Y así, un largo y preocupante listado de episodios temerarios que se repiten en España desde que comenzase la denominada 'nueva normalidad', todos con un común denominador: la edad de sus protagonistas. Adolescentes y jóvenes de mediana edad que demuestran nula concienciación con la pandemia y sobre todo, con su papel de posibles contagiadores más que de potenciales víctimas.
Tanto es así que el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, ha tenido que dar un toque de atención al respecto y pedir a la gente joven que asuma de una vez por todas su responsabilidad frente al coronavirus. "La nueva normalidad no es volver a lo mismo de siempre", ha advertido en referencia a las alarmantes imágenes de miles de aficionados del Cádiz, agolpados, celebrando el ascenso del equipo. "No es necesario juntarse con cinco mil personas para celebrar un ascenso, se pueden juntar de diez en diez", subrayaba.
Porque el objetivo de todas las medidas exigidas, como resalta Simón, no es el de impedir las celebraciones o reuniones sino el de celebrar "de otra manera". Es del todo urgente que la ciudadanía, desde los más pequeños hasta los más mayores, entiendan este escenario como un reto conjunto y no como una obligación para unos pocos solo. Los más de 28.000 fallecidos -oficiales- en España por coronavirus, la gran mayoría ancianos, se merecen todos los esfuerzos de sus hijos y nietos.