Me cuentan de varias fuentes, generalmente muy bien informadas, que hay un excargo sanitario que anda por los despachos defendiendo el modelo Alzira, o lo que es lo mismo, el de un hospital público gestionado por una empresa o conjunto de empresas privadas. Aseguran que afirma que éste es el que necesitamos en algunos hospitales para que funcionen de forma adecuada y deje de despilfarrarse el dinero. Y no lo digo yo, que conste, lo dice él. Pero, lo que nadie entiende es a cuento de qué viene esta encendida defensa de la gestión del Hospital de La Ribera de Alzira, especialmente en unos momentos en los que la sensibilidad de los usuarios y los trabajadores de la sanidad pública está a flor de piel. Los peor pensados afirman que lo hace para ver si le tienen en cuenta y le dan un centro que gestionar -¿tal vez el Hospital General?-, pero los hay que se llevan las manos a la cabeza porque este excargo, actualmente en excedencia de su puesto de trabajo, no tiene ningún interés en cobrar una nómina por motivos familiares.
