He esperado dos días la versión oficial de la Conselleria de Salut acerca de los motivos que han provocado el cese del gerente de Gesma, Miguel Ángel Torrens, después de poco más de dos meses de gestión, y no se ha producido. Ningún responsable del Servicio Balear de Salud ha dicho “esta boca es mía”. Ni la más mínima explicación, nada, sólo silencio, una postura que como es lógico ha disparado la rumorología por todos los centros sanitarios de las Islas, especialmente en Mallorca. Y es que, a falta de noticias oficiales, las especulaciones no paran y, se lo puedo asegurar, en ninguna de ellas sale muy bien parado el señor Torrens. Por tanto, y dado que los que pueden aclarar lo sucedido han preferido callar, muchos nos preguntamos qué es lo que se esconde detrás del cese del gerente de Gesma. Unos, aseguran que se trata de una pérdida de confianza porque, a pesar de lo que se creyó inicialmente, el perfil del gerente no era el adecuado para el puesto a desempeñar. Digamos que no estaba preparado para el trabajo que tenía que realizar, una vez que Gesma desaparezca como empresa, y que, por tanto, se ha optado por relevarle del puesto, aunque no se ha hecho de una manera elegante, que digamos, una dimisión por “motivos estrictamente personales” hubiera evitado, al menos, buena parte de los comentarios que se están haciendo. Pero, no queda aquí la cosa, otros aseguran que su marcha se debe a presiones internas, a cierto grupo que le ha hecho la vida imposible y que ha conspirado hasta conseguir que se marche. Afirman que le han desacreditado, puesto en tela de juicio de su trabajo e, incluso, ridiculizado en algunas de sus actuaciones. Los hay también que afirman que el nombramiento de Torrens le vino impuesto a Bestard, que no estaba muy de acuerdo con su perfil para esta gerencia, máxime cuando entre sus planes ya estaba la desaparición de Gesma y la reordenación de los hospitales, por lo que, ante determinadas actuaciones, ha perdido su confianza en él, una confianza, que según afirman, nunca tuvo. Mientras tanto, el Ib-Salut busca sustituto, al que probablemente, según me apuntan, conoceremos esta próxima semana, pero aquí sí que está el patio sanitario de lo más revuelto, porque otra vez, y van…, vuelven a sonar los nombres de quienes quisieron un cargo a toda costa y no lo consiguieron. Nuevamente vuelve a escena el ‘Clan de los Tribunos’, y los movimientos se intensifican, algo que no es nada bueno para la sanidad balear, que necesita tranquilidad y buenos y eficientes gestores para sacarla adelante. Estas guerras internas, incluso dentro del propio PP, son tan estériles que lo único que hacen es dañar todavía más a nuestra sanidad, que se desangra mientras unos y otros siguen dedicados a sus luchas fratricidas.
