No me gusta que los políticos lleguen y hagan tabla rasa porque sí, ya que en todos los departamentos hay personas con un perfil más técnico que político y que se han caracterizado por un buen trabajo, personas que se dedican precisamente a eso, a trabajar, pero lo que no es de recibo es que en Salut se mantenga a determinados personajillos, conocidos de todos, y, lo que es peor, que actúan de gargantas profundas para sus anteriores jefes. Y eso es lo que está pasando. Hay un personaje de estas características en el Servicio Balear de Salud, ocupando un cargo importante, que utiliza su puesto para conspirar, mentir, manipular y, por si no fuera suficiente, servirle en bandeja a los antiguos gestores todos los pormenores de lo que está sucediendo en los despachos. Y si alguien tiene dudas de lo que digo (los que le han tenido que aguantar y sufrir saben que no miento), lo único que han de hacer es seguir de cerca las intervenciones socialistas sobre los temas sanitarios y verán como casi antes de que se produzcan los hechos, ellos ya lo saben. Critican casi a la vez que se produce la noticia. Y no dudo que haya más de una garganta profunda, pero es que ésta es tan clara como el agua, sin turbidez alguna, además de ampliamente conocida por sus manipulaciones, que vienen de antaño; por mentir sin sonrojarse, por servir de tal manera a los intereses de “su amo”, que cada vez son más los que se preguntan cómo un personajillo de esta calaña puede seguir ocupando un cargo de responsabilidad. No estaría de más que los actuales gestores se preocupasen por saber algo más de algunos cargos de confianza que les rodean, heredados de la anterior legislatura, especialmente de los que “mejor se venden” y lo único que tienen para ofrecerles es humo y traición.
