Las trayectorias del primer y del segundo equipo mallorquinista son diametralmente opuestas y el mal hacer de los profesionales puede hacer que el buen trabajo del filial no se vea recompensado pues en caso de descenso del primer equipo, éste arrastraría directamente al filial a Tercera División.
Mientras los de Olaizola se hunden cada vez más en la clasificación, el filial sale adelante y tras su victoria por 3 a 1 ante L'Hospitalet, con dos goles de un renacido Cedric y otro de Caye Quintana, los filiales se han alejado ya del descenso a ocho puntos de distancia.
El entrenador del filial, Pepe Gálvez, es consciente de ello y confía en los de Olaizola: "nosotros debemos hacer nuestro trabajo y esperar a que el primer equipo, que es lo más importante, saque su situación adelante" añadiendo que "quedan diez partidos y hay que tener fe".