El IVA no se toca. No al menos el IVA turístico. De las noticias económicas de esta semana -que no han sido pocas-, la que me ha causado más incredulidad -aún me la provoca- es la sugerencia del FMI al gobierno de España de que suba el IVA turístico del 10 al 21%.
Uno aún se frota los ojos. Uno no se cree que el FMI hable en serio y mucho menos que el gobierno de Rajoy considere una propuesta de estas características.
No debemos olvidar que, en plena oleada de recortes y subidas de impuestos, Rajoy ya subió el IVA turístico. Los empresarios del sector llevan desde el día siguiente reclamando que el tipo impositivo vuelva a donde nadie debería haberlo ido a buscar. Lucha sin éxito.
El sector esperaba que dejara de haber gobierno en funciones en España para volver a la carga con la petición de rebaja, y ahora que lo hay se encuentra con lo que se encuentra.
Lo que debe tener muy presente el gobierno de España es que está muy en deuda con la actividad turística de este país, que ha sujetado la economía durante los años de dura y cruel crisis económica. No se trata de cobrarse el favor prestado, pero sí de respetar el marco impositivo actual y no cargar sobre la gallina de los huevos de oro la mala gestión realizada por las Administraciones. Si a España le obligan a un recorte de déficit de 5.000 millones, y Montoro ya ha dicho que los buscará en el tabaco y la Coca-Cola, caso cerrado.
De ello hablará este martes la presideta de la Federación Hotelera de Mallorca con la secretaria de Estado de turismo. No hace falta alargar este culebrón. el mismo martes este tema debería quedar zanjado con un: "el IVA turístico no se toca".