El avión Solar Impulse II ha aterrizado en Sevilla a las 07.40 horas tras atravesar el océano Atlántico, después de que haya despegado a las 6.00 horas de este lunes del aeropuerto JFK de Nueva York, dentro del proyecto de vuelta al mundo a bordo de esta aeronave.
Esta travesía, de casi 6.300 kilómetros, se considera una de las etapas más difíciles de este proyecto de dar la vuelta al mundo en un avión abastecido sólo por energía solar, dada su duración, las condiciones meteorológicas y el intenso tráfico aéreo de esta zona.
Con las condiciones meteorológicas favorables, el avión, que se mueve de día y noche con energía solar, ha aterrizado en el aeropuerto de Sevilla, una de sus últimas etapas en la primer vuelta al mundo a bordo de esta aeronave con Bertrand Piccard al mando.
La iniciativa, cuenta con el apoyo de la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, tendrá una duración de tres a cinco días en un vuelo que se dirigirá finalmente hacia Europa, en concreto hacia Sevilla.
La vuelta al mundo ha celebrado ya 14 etapas desde que partió de Omán y en su recorrido ha pasado por India, Myanmar, China, Japón y Estados Unidos.
Según la organización, con la hazaña, la primer vuelta al mundo en avión solar, Bertrand Piccard y André Borschberg buscan demostrar que "las energías limpias pueden alimentar el planeta".
La Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco apoya el proyecto Solar Impulse 2 y acoge su centro de control del Principado, desde donde el propio príncipe sigue en primera persona la evolución de la primera vuelta al mundo en avión con energía limpia.
Los pioneros suizos Bertrand Piccard -initiador y presidente- y André Borschberg -director y cofundador- son los pilotos y las mentes que están detrás del Solar Impulse, el primer avión capaz de volar día y noche sin escalas, y sólo gracias a la energía solar, sin necesidad de usar combustible fósil.
Apoyados por Main Partners Solvay, Omega, Schindler, ABB, Official Partners Google, Altran, Covestro, Swiss Re Corporate Solutions, Swisscom y Moët Hennessy, y Host Partners, Masdar en Abu Dhabi y la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, están completando el primer viaje alrededor del mundo a bordo de una nave solar, con lo que pretenden mostrar el gran potencial de las energías renovables.
Si2 es una amalgama de tecnología ecológica, un verdadero laboratorio volante. Es un avión monoplaza realizado en fibra de carbono, con 72 metros de envergadura (mayor que un Boeing 747), y con un peso de 2.300 kilos (equivalentes a un coche familiar en vacío). Las 17.248 células solares desplegadas sobre sus alas, y las cuatro baterías -de 13,5 kW / 17,17,5 CV cada una- que almacenan la energía solar, propulsan las hélices únicamente con energía limpia.
El avión es capaz, por tanto de ahorrar una considerable cantidad de energía durante el día, que puede usar durante la noche, gracias a sus baterías. Al no necesitar energías basadas en las fuentes fósiles, el Si2 tiene una autonomía de vuelo ilimitada, de manera que "teóricamente, Si2 podría volar indefinidamente, ya que sólo estaría limitado por la resistencia física del piloto".