Según ha detallado en un comunicado el Consell de Mallorca este viernes, uno de los objetivos del IMAS es la atención integral de las personas que sufren un abuso o dependencia a alcohol y drogas, o de conductas adictivas sin sustancia (sexo, ludopatia o nuevas tecnologías).
Del total de personas atendidas, 100 son usuarios no dados de alta, que han pedido una información puntual o que se han desplazado puntualmente a otro UCA sin estar dados de alta para poder realizar el tratamiento. Además, 654 (405 hombres y 49 mujeres) son nuevos casos del 2017.
La institución insular cuenta con cinco Unidades de Conductas Adictivas (UCAs). En la de Calvià en 2017 se atendieron 295 usuarios; en la de Inca a 454; en la de Migjorn a 230 personas; en la de Manacor a 442; y en la de Palma-Periferia a 433.
En cuanto a la nacionalidad, de las 1.854 personas con tratamiento, casi la totalidad (1.559) son españolas mientras que 94 provienen otros países de la Unión Europea y 201 son extracomunitarios.
Por adicciones, 702 son adictos al alcohol, 536 a opiáceos, 185 al cannabis, 329 a la cocaína, 65 a adicciones comportamentales y el resto a otras sustancias.
La mayoría de los usuarios tienen entre 30 y 49 años (1.107). Le siguen entre 50 y 64 años (432) y entre 18 y 29 años (244). Igualmente, siete eran menores de edad y 64 personas tenían más de 65 años.
El objetivo del IMAS a través de las UCAs es mejorar la calidad de vida de las personas afectadas, así como la abstinencia o la reducción del consumo; acompañar y ofrecer herramientas a las personas para que hagan el proceso de cambio personal; intentar evitar y/o reducir las consecuencias no deseadas del consumo.
En este sentido, aproximadamente un 34 por ciento de las 1.854 personas usuarias han finalizado el tratamiento durante el 2017, concretamente, 636 usuarios.