En un comunicado, han manifestado que "las mujeres embarazadas en avanzado estado de gestación pueden tener problemas de movilidad reducida y en ocasiones se enfrentan a situaciones complicadas". Así, esta formación ha querido mostrar su especial sensibilidad sobre esta cuestión considerando imprescindible "avanzar en la protección de los derechos de las familias de Baleares con medidas de este tipo".
Este grup aún va más allá y propone la obtención de una tarjeta de aparcamiento que conllevaría la aportación de toda la documentación que justifique el estado de la gestante, otorgándosele una única tarjeta por persona que debería colocarse en lugar visible para su control por parte de las autoridades. Un sistema parecido al que usan los discapacitados.
Concretamente, piden que se contemplen por ley las zonas de aparcamiento especiales destinados a mujeres embarazadas, pero también para personas que transporten bebés con sillas del grupo 0 y 0+ (que corresponde hasta un año de edad del niño). Y que además, las reservas de plazas se hagan en los aparcamientos en batería y semi-batería, tanto en la vía pública, como en los aparcamientos públicos subterráneos.
La propeusta del Instituto Balear de la Familia se basa en acciones como las de Nueva York donde están estudiando esta medida, y en Milán que existen las llamadas "plazas rosas" para las embarazadas.