El hospital de la Creu Roja es intocable

El hospital de la Creu Roja ha ofrecido un servicio impagable a la sociedad isleña durante décadas. La tarea abnegada de esta institución sin ánimo de lucro se ha volcado con generosidad en defensa de la salud y la calidad de vida de la ciudadanía.

El Govern Bauzá no debe permitir, ni por un minuto, que se generen dudas sobre su continuidad y ha de renovar cuanto antes el convenio singular con la Creu Roja que permita su supervivencia, continuidad y si fuese posible, su potenciación. La más mínima duda sobre este hospital daña la autoestima de la colectividad, harta de ver en peligro algunos de sus más preciados símbolos y emblemas. El año pasado el Consolat dio marcha atrás en sus intenciones de cerrar el Hospital General y Caubet. Eran golpes demasiado duros, poco meditados y contraproducentes.

El Ejecutivo comprendió que tenía que dejar a un lado los números y atender a los sentimientos y a los valores innegociables. Si este razonamiento vale para el Hospital General y para Caubet, también, y al mismo nivel, es aplicable al hospital de la Creu Roja, parte inseparable del orgullo que sienten los mallorquines por las instituciones sanitarias que más han hecho para preservar su calidad de vida.

Una sociedad que protege sus más preciados símbolos es una sociedad sana y segura. Si los pone en peligro, todo zozobra.