El Combat de Glossadors de Llucmajor contó este jueves con la actuación principal del rapero Valtonyc. La situación no tendría más importancia si no fuera por dos circunstancias: la primera, que el rapero está condenado en sentencia firme del Supremo a tres años y medio por enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona y amenazas, por lo que se halla a la espera de la decisión que adopta la Audiencia Nacional sobre su ingreso en prisión; y la segunda, que la actuación se enmarcó en el programa oficial de celebración del Dia de Balears organizado por el Govern.
Valtonyc se enfrenta a una condena que puede considerarse excesiva. Desde grupos políticos, al Colegio de Abogados, entidades sociales o medios de comunicación, incluido este digital, se ha considerado que tres años y medio de prisión por cantar es una pena exagerada, a pesar de sus letras cargadas de odio y mal gusto. En todo caso, corresponde a la Justicia establecer lo límites y dar justa resolución a los recursos anunciados ante el Constitucional o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Se comprende que Valtonyc aproveche su minuto de gloria reivindicativo, pero no lo es tanto que el Govern le dé un protagonismo inadecuado en los actos oficiales del Dia de le Balears. Ser antimonárquico y antisistema parece ser argumento suficiente para que algunos sectores excusen en Valtonyc aquello que no perdonarían a otros, aunque ejercieran la misma libertad de expresión a la que se acoge el rapero. El Govern de Francina Armengol no puede entrar en este juego y promocionar a un condenado con sentencia firme. Y mucho menos que la televisión pública conecte en directo para retransmitir la actuación.
El Govern debe aclarar quién decidió incluir a Valtonyc en el programa de actos, explicar si conocía de antemano su presencia en la actuación y, tanto en un caso como en otro, detallar las medidas que piensa adoptar tras este fiasco.