El grupo ecologista GOB ha solicitado a la Conselleria de Medio Ambiente que prohíba la caza en los terrenos incendiados durante cinco años a contar desde el incendio,
para proteger a las especies cinegéticas que quedan especialmente vulnerables después de un fuego.
A raíz del incendio que se produjo este miércoles en la finca de
Son Doblons en Petra en el que
se quemaron 20 hectáreas, la organización ha manifestado en un comunicado que es necesario proteger esta zona que "está cubierta por un
rico monte bajo de acebuche que da cobertura a una importante biodiversidad, entre la que destaca una población de tortuga mediterránea".
Además, la abundancia de este acebuche y otros arbustos que producen frutos posibilita una buena población de especies cinegéticas como la perdiz y el tordo, y "de hecho la caza es la actividad de aprovechamiento más importante de esta finca", han señalado.
La organización ha explicado que las poblaciones presentes en una zona incendiada o bien huyen o mueren tras el fuego. Al cabo de unos meses, al iniciarse naturalmente la recuperación forestal, muchas de estas especies retornan a la zona.
La falta de suficiente cobertura vegetal hace a los animales mucho más vulnerables a los depredadores. De la misma forma, en el caso de las especies cinegéticas, serán mucho más visibles y accesibles, y por tanto, abatibles por parte de los cazadores.
Por todo ello, el GOB ha reiterado la necesidad de modificar la legislación, "como se ha hecho en otros territorios mediterráneos que presentan una fauna similar y comparten la misma problemática de los incendios".
En concreto piden que la prohibición de cazar en estas zonas se se establezca en un periodo de cinco años a partir del inicio del fuego y con carácter retroactivo desde el 1 de enero de este año.