El Gob ha presentado diversas alegaciones al proyecto modificado de reforma del Paseo Marítimo de Cala Rajada ya que consideran que "visto que el proyecto aumenta la zona de cemento para mayor mercantilización del espacio y elimina casi todo el arbolado y ajardinado actual con la excusa de los costes de mantenimiento, queda claro que el objetivo no es mejorar la zona de paseo como espacio público".
Desde el Gob aseguran que "se trata de una reforma para sacar el máximo rendimiento desde el punto de vista comercial obviando la responsabilidad de prever y apaciguar las incidencias relativas al cambio climático y lo que debería ser el objetivo fundamental de cualquier reforma del espacio libre público, que es la ciudadanía".
Han decidido presentar diversas alegaciones porque el proyecto "no tiene en cuenta la necesidad de conservar la vegetación existente, ni tampoco contempla salvar los tamarindos, palmeras y palmitos que se encuentran dentro de la zona de las obras proyectadas". Insisten en que se eliminan 642 metros cuadrados de zonas verdes, "que son sustituidas por una serie de bancales de sólo 60 cm de ancho para ubicar un seto, y que el espacio destinado a las terrazas aumenta considerablemente (la anchura de la zona peatonal es, casi, la misma en todas partes: 5 metros, hay zonas de terraza que superan los 13m)".
Hacen hincapié que "el proyecto no contempla ningún tipo de mobiliario urbano, ni se ha tenido en cuenta la necesidad de hacer nuevas plantaciones de árboles que son clave, tanto para la integración paisajística como para el disfrute de la ciudadanía".
Recalcan que "estamos hablando de un paseo en primera línea del mar, por lo que se debería atender ya, por principio de precaución y responsabilidad, el escenario futuro que vendrá propiciado por el cambio climático. En este sentido, tanto el Plan de Intervenciones en ámbitos turísticos (PIAT) (artículo 25) como la recientemente aprobada Ley de Cambio Climático y Transición Energética (disposición adicional sexta), contemplan medidas para mejorar la calidad paisajística en el espacio público y reducir la vulnerabilidad debida al cambio climático".
Por ello, solicitan la retirada total del proyecto y que el nuevo planteamiento se haga con criterios de urbanismo inteligente y responsable.
Piden que se cumpla con lo dispuesto en la legislación vigente y se rediseñe por completo el proyecto en relación a las actuaciones de la plaza Son Moll para conseguir un espacio agradable que actúe de barrera física entre la playa y la zona urbana, con arbolado y mobiliario urbano para el disfrute del peatón y que incorpore como elemento central el tamarindo centenario existente.
Además, piden mejorar la zona ajardinada cercana al parque infantil con la incorporación de mobiliario urbano y arbolado, incluyendo arbolado en todo el recorrido del paseo e introducir mobiliario urbano (bancos, papeleras, fuentes de agua), a zonas concretas, que permita descansar y disfrutar del paisaje peatonal.
Finalmente, destacan la necesidad de realizar un estudio geotécnico previo al proyecto de mejora y reurbanización de la zona del paseo.