En una nota, el Gob explica que "la buena noticia de la reciente ampliación del Parque Nacional de Cabrera, multiplicando por 9 su extensión original, se ha visto oscurecida por los movimientos realizados por el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y responsable de la Coodinación de la red de parques nacionales".
La tensión entre las administraciones autonómica y estatal se evidenció en la reunión del Patronato del parque el pasado 11 de marzo, cuando se puso sobre la mesa la discusión sobre el modelo de gestión del parque a partir de ahora. Así, mientras los técnicos del Ministerio defendieron la necesidad de crear una nueva estructura organizativa, el Conseller de Medio Ambiente y el Director General de Espacios Naturales y Biodiversidad consideró inconveniente la creación de una estructura paralela de gestión.
Los técnicos del Ministerio defienden su potestad para gestionar el área ampliada con el argumento de falta de continuidad ecológica entre el parque original y la zona ampliada. En cambio, por parte del Govern se argumenta que esta continuidad existe, y que por tanto la gestión de la zona ampliada debe ser asumida por el actual equipo gestor.
Desde el GOB entinden que "sería una grave paso atrás y un grave error la existencia en el parque nacional de dos estructuras paralelas de gestión, con todos los problemas que esto puede suponer (de dirección, coordinación, vigilancia, uso de las instalaciones nes, ambiente laboral, presupuesto, etc)".
Ante esta lamentable situación el GOB ha decidido instar a la presidenta del Govern a realizar urgentemente las gestiones oportunas en Madrid para reconducir la situación y promover que la gestión de la zona ampliada, con la dotación de los nuevos recursos necesarios, se realice bajo la actual estructura, dirigida desde la Conselleria de Medio Ambiente y en coordinación con el Ministerio, tal y como se estaba gestionando el parque nacional desde que la CAIB asumió la gestión exclusiva.