En la introducción de su informe final ante la sala, el fiscal ha insistido en que en la causa contra el expresidente catalán Artur Mas lo que se juzga es "un desacato, una desobediencia de un mandato constitucional" y no un "enfrentamiento entre unos seres vestidos de negro que representan a instituciones antidemocráticas frente a unos investidos de autoridad democrática".