El cohete de despegue de una misión no tripulada de la compañía
Space Exploration Technologies, Space X, que dirige el multimillonario
Elon Musk, ha fracasado en el intento de realizar un aterrizaje controlado tras lanzar una cápsula al espacio, en lo que habría supuesto un hito en la reutilización de cohetes de lanzamiento.
"El cohete ha logrado llegar al puerto espacial, pero el aterrizaje ha sido duro. Cerca, pero sin premio", dijo Elon Musk, fundador y alto ejecutivo de
SpaceX, como se conoce a la compañía, en su cuenta de Twitter."Es un buen presagio para el futuro", agregó.
La cápsula de carga 'Dragon', no obstante, fue lanzada exitosamente al espacio y se espera que llegue el lunes a la Estación Espacial Internacional. SpaceX esperaba traer el cohete de vuelta a la Tierra y que aterrizara en una
plataforma flotante en el océano Atlántico, unos 322 kilómetros de Jacksonville, Florida, al norte del lugar de lanzamiento de la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral. Un buque estacionado cerca de la plataforma intentó captar el aterrizaje en vídeo, pero estaba muy oscuro y nuboso, dijo Musk.
Los ingenieros buscarán resolver el problema estudiando los datos transmitidos durante el descenso, así como las piezas del cohete en sí mismo, agregó."La nave en sí misma está bien. Algunos de los equipos de soporte en la cubierta necesitarán ser reemplazados", dijo Musk, que antes del lanzamiento había estimado solo en 50 por ciento las probabilidades de un aterrizaje exitoso en el primer intento.
El objetivo principal de la misión del sábado era entregar el cargamento a la estación espacial, un laboratorio de 100.000 millones de dólares a 418 kilómetros sobre la Tierra. La cápsula contiene más de 2.300 kilos de alimentos, suministros y equipamiento, incluyendo un instrumento para medir las nubes y atomizadores en la atmósfera de la Tierra.
SpaceX es una de las dos compañías contratadas por la NASA para transportar carga a la estación espacial tras el fin del programa de transbordadores en 2011.