“Barcelona ciudad de paz. El terror no conseguirá que dejemos de ser quien somos: ciudad abierta al mundo, valiente y solidaria”. Esta fue la reacción de la alcaldesa de Barcelona al atentado terrorista del pasado 17 de agosto de hace un año y la siguiente la que promulgó ayer: “Hace un año BCN sufría uno de los atentados más terribles de su historia. Nos hicieron daño pero no nos inculcaron su odio. Somos #BCNciutat de pau y orgullosa de su diversidad. Mañana es un día para que con ternura y respeto mostremos solidaridad con las víctimas y familiares”.
¿Cómo se atreve a decir que Barcelona es una ciudad abierta al mundo?, Si les sobran los turistas, no quiere saber nada de España, solo defienden su lengua propia, ¡todo menos abiertos al mundo!.
Vista la actuación de la alcaldesa antes del primer atentado y lo que ha dicho después y lo sucedido en el día de ayer se hace necesario recordar que fue su falta de actuación y previsión y su soberbia lo que propició el atentado en las Ramblas.
¿Por qué no se pusieron vallas de protección a la entrada de Las Ramblas por Plaza Cataluña y Colon, medida más que evidente vista la amenaza terrorista y los atentados ocurridos durante el año anterior en Europa y la recomendación que recibió del Ministerio del Interior?.
La alcaldesa, antes del atentado, había asegurado que no se instalarían bolardos en puntos estratégicos de la ciudad o con mucha afluencia de personas porque “cortan nuestra libertad”, cuando de lo que se trata es de cortar la libertad de que nos maten los fanáticos sean yihadistas o no lo sean.
Berlin, Niza, Londres, Estocolmo, París, en solo un año, les habían dado la pista y ni caso, Las Ramblas estaban abiertas de par en par, por arriba y por abajo, lo que dadas las circunstancias no me parece nada normal y era una absoluta provocación a los terroristas.
Tras lo de Berlín el Ayuntamiento desestimó poner barreras en Puerta del Àngel y Las Ramblas, esto alguien tendrá que explicarlo, porque nunca se ha explicado, ni bien ni mal, ¿porque se desatendió la recomendación del Ministerio del Interior?.
Esos asesinados, esos niños muertos tienen en las administraciones catalanas unos cómplices por error, por omisión que tienen nombres y apellidos y que da vergüenza ajena que se dediquen a poner velitas y a poner cara de pena, cuando con su soberbia por no cumplir una recomendación del Estado propiciaron tal mortal atentado, desprecian con su actitud los homenajes a las víctimas y hasta la próxima metedura de pata..
La recomendación que remitió la Comisaría General de Seguridad Ciudadana a todas las jefaturas de Policía, a las policías autonómicas y a las municipales, fue clara: colocar maceteros o bolardos en los accesos a las zonas más turísticas “en aras a evitar ataques” terroristas como los de Niza o Berlín. No era una circular, era un escrito con recomendaciones para que los agentes defendieran este criterio ante los ayuntamientos.
Pero ni los Mossos ni el Ayuntamiento atendieron estas recomendaciones. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aseguró en TV3 que, tras las propuestas de Interior, “se revisaron los protocolos” y se incrementó la presencia policial en lugares estratégicos de la ciudad, además de tomar otras medidas especiales en grandes eventos, como colocar pivotes o prohibir la circulación de vehículos pesados en los actos de celebración de Fin de Año, en la avenida de María Cristina, o coincidiendo con la Cabalgata de Reyes.
Sin embargo, en Las Ramblas nunca se instalaron estos sistemas disuasorios, maceteros o bolardos en los accesos, pese a estar en un nivel 4 sobre 5 de alerta terrorista.
Otro que tal, el entonces consejero de Interior, jefe de los Mossos, Joaquim Forn y Chiariello, hoy en día felizmente encerrado en el centro penitenciario de Lledoners en el municipio de Sant Joan de Vilatorrada, Barcelona, indicó que era “imposible” colocar bolardos en cada punto de la ciudad. Según Forn, según su criminal criterio, colocar este tipo de barrera física en lugares que puedan considerarse objetivo terrorista, como la plaza de Cataluña o la propia Rambla, por donde circulan vehículos, implicaría dificultar el tráfico en la ciudad y no impediría que los terroristas actuaran en otros puntos. En otra ocasión, menos triste, le llamaría ojo de lince.
Otro de los temas que tendrán que explicar es como, pese encontrarnos en alerta antiterrorista 4 y que los dispositivos contra el yihadismo estando en su máxima potencia, ¿el autodenominado Estado Islámico logró, como mínimo, introducir una célula tan numerosa en Cataluña, con tentáculos en al menos dos de sus provincias, con explosivos y con capacidad para golpear con crueldad en varias ocasiones?.
¿Darán alguna vez explicaciones convincentes y veraces?, ¿Pedirán perdón alguna vez por su mala gestión?, ¿dimitirán en señal de arrepentimiento?, vistas sus últimas declaraciones, parece que no.