El desmadre se adueña de Mallorca

Es el caso de un turista alemán de 22 años que este sábado era detenido acusado de intentar violar a una joven, de 19 años, en un portal de S'Arenal. La chica estaba entrando en su domicilio, cuando el agresor se coló en el portal e intentó abusar de ella. El joven se dio a la fuga y varios vecinos le persiguieron hasta que pudieron retenerle. Al poco rato, llegaron al lugar agentes de la Policía Local de Llucmajor que procedieron a su detención. Ya ante el juez, el joven alegó que se hallaba muy bebido y que se había perdido, por lo que al ver a una chica, corrió hacia ella para preguntarle dónde estaba su establecimiento hotelero. Quedó en libertad con una orden de alejamiento.

Horas antes, un grupo de neonazis alemanes irrumpía en un concierto que se celebraba en el local Bierkönig, también en s 'Arenal. Enarbolaban una bandera imperial de guerra del Kaiser y profiriendo gritos contra los inmigrantes.

En Magaluf y Palmanova, más de lo mismo. Lo que viene siendo habitual -el desmadre- se ha disparado considerablemente al registrarse varios incidentes grupales. Primero, una batalla entre ingleses y escoceses a cuenta del partido de fútbol en el que se enfrentaban ambas selecciones. Volaron las mesas, sillas y botellas, y hubo heridos leves.

Horas más tarde, un grupo irrumpía en la calle cortando el tráfico e impidiendo a los vehículos su normal circulación. Los jóvenes se apostaron en una rotonda y consiguieron parar hasta un autobús. A la llegada de la Policía, el grupo se disolvió, y pudo identificar a tres individuos que fueron denunciados y que abonaron la multa en el mismo momento.

Por otro lado, en el norte, concretamente en Cala Rajada, otra escena sin desperdicio: decenas de jóvenes alemanes marchando por las calles del núcleo costero, ante la atónita mirada de vecinos que se quejan de la inacción de la Policía Local.

Y es que la falta de efectivos policiales en Capdepera está propiciando graves episodios de desorden y falta de cumplimiento de las ordenanzas municipales. Tanto en la playa -con hordas de turistas borrachos- como en la calle, los residentes se sienten abandonados.

La FELIB estima que faltan, al menos, 300 agentes en Mallorca. “La carencia de policías es un problema generalizado en todos los municipios de Balears”, señala el presidente de la FELIB, Joan Carles Verd, quien remarca que los datos se han recogido sin tener en cuenta la necesidad de refuerzos de verano para aplacar este anunciado desmadre estival.