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El convenio de Hostelería se crispa demasiado

miércoles 19 de marzo de 2014, 17:03h

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Aún hay tiempo de rectificar por todas las partes, porque la negociación del convenio de Hotelería se está crispando demasiado. Las posturas de los representantes de los empresarios y los trabajadores están alejadísimas, sin que por el momento se vea la luz al final del túnel. Lo peor es que llevamos demasiadas semanas en esta situación. No se ha avanzado prácticamente nada. Se espera una temporada alta espectacular que ha de marcar la recuperación económica y la superación definitiva de la depresión. Es el momento de exigir esfuerzo y voluntad de pacto a todas las partes. Esta temporada debe comenzar con optimismo y no con amenazas o conatos de huelga que podrían entorpecer la recuperación. Tanto empresarios como sindicatos continúan con su postura de fuerza. Algunos sectores laborales implicados ya hablan de promover asambleas en todos los hoteles. En su conjunto, no parece el buen camino.

Convendría que el Govern Balear pusiese todo lo que es posible de su parte para tender puentes. Se acerca la Semana Santa, que será el primer indicador importante de un 2014 destinado a ser histórico. Es importantísimo que impere la sensatez y hay que insistir en ello todas las veces que haga falta. Es necesario que esta sociedad se autoconvenza de que su principal activo es la cohesión. Ese anhelo sólo es posible desde la generosidad desde todas las partes en conflicto. Balears soporta demasiadas amenazas externas, comenzando por un déficit fiscal vergonzoso y siguiendo por los movimientos que hace Madrid para convertir el Mar Balear en un suculento pelotazo de extracción de hidrocarburos para que encima emprendedores y trabajadores isleños se muestren incapaces de llegar a un entendimiento laboral. Es una ley histórica. De las sociedades divididas se aprovechan otros y al final todos los divididos se convierten en perjudicados.

La crispación balear, que ahora se explicita en la negociación del convenio de Hostelería, es regalar ventajas a los que les importa un pimiento el presente y el futuro, el progreso y el desarrollo, del Archipiélago.