El conductor que este sábado sufrió un grave accidente en la rotonda de CLH cuando huía de un control rutinario de la Policía Nacional, había sustraído el vehículo de la empresa donde trabajaba y ha dado positivo en las pruebas de alcohol y drogas al que fue sometido.
Cabe recordar que los hechos ocurrieron sobre las 9:30 horas cuando una patrulla de la Policía Nacional vio aproximarse al control a un vehículo a gran velocidad que aminoró la marcha y acabo por detenerse.
Sin embargo, los agentes comprobaron que los seis ocupantes del mismo parecían estar bajo los efectos del alcohol o drogas por lo que solicitaron al conductor que estacionase a un lado. El conductor pareció obedecer y avanzó los primeros metros lentamente pero súbitamente aceleró y se dio a la fuga, adelantando al resto de coches por el arcén.
Al acceder a la mencionada rotonda de CLH, el automóvil iba a una velocidad excesiva y sin respetar ninguna preferencia de circulación, lo que obligó a varios conductores a tener que frenar o maniobrar para evitar colisionar con él hasta que, finalmente, el huido golpeó con el quitamiedos y volcó.
Tras ello, tanto el conductor como otros dos pasajeros intentaron huir a pie. El conductor fue interceptado por agentes de policía aunque opuso una gran resistencia mientras que los pasajeros también acabaron siendo detenidos aunque sin mayores contratiempos.
Mientras tanto, otros agentes ayudaron al resto de ocupantes del vehículo y solicitaron la presencia de ambulancias, bomberos y Guardia Civil de tráfico.
El conductor fue sometido a pruebas de alcohol y drogas y dio positivo y fue detenido por un delito de atentado contra la autoridad, otro contra la seguridad vial y otro por sustracción del vehículo.
Las investigaciones llevadas a cabo han permitido saber que el vehículo siniestrado pertenece a una empresa de alquiler que lo tenía a cargo de otra empresa en la que trabaja el conductor, quien se hizo con las llaves y lo cogió para “irse de fiesta con sus amigos”.