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El comercio tradicional, en la encrucijada

martes 01 de agosto de 2023, 00:00h

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Los datos recogidos por las patronales del comercio de Baleares en el ecuador de la temporada turística arrojan un balance ligeramente peor al registrado el año pasado. Afedeco, Pimeco y Pimem Comerç señalan las múltiples causas de esta circunstancia; desde el indefinido periodo de rebajas, la competencia de las ventas por internet, la dificultad de accesos al centro de Palma o, sobre todo, el menor gasto por parte de turistas y residentes, que se deja notar en todas las zonas de la Isla.

Las patronales señalan que, en la capital balear, en la zona más cercana al mar la bajada de ventas en el comercio tradicional sería de un 12 por cien con respecto al año pasado. Esta bajada habría sido de un 15 por cien en el centro de la ciudad y en el extrarradio alcanzaría del 20 por cien, sin contar a las grandes superficies. El diagnóstico es que los turistas están gastando menos, circunstancia que tiene un impacto directo sobre todo en el centro de Palma, donde más del 60 por ciento de las compras las realizan los visitantes, sobre todo extranjeros.

Precisamente, las facilidades para acceder al centro es una de las reivindicaciones de los comerciantes. Distinguen entre la peatonalización de calles -que beneficia al comercio local- o el cierre el tráfico particular que se produjo durante el anterior mandato municipal en enclaves tan comerciales como la calle Unión. Sus demandas han sido planteadas a los nuevos responsables de Cort, que han cogido el guante, pero que deberán concretar la fórmula para abrir el acceso y complementarla con una política de aparcamientos públicos, necesarios para facilitar la movilidad en el centro de Palma.

El sector cuestiona también la política de rebajas, que se extiende mediante promociones durante buena parte del año, a lo que hay que añadir la competencia del comercio online, que siempre realiza ofertas, independientemente del momento o la temporada . Así, si antes las rebajas eran la oportunidad para liberar stocks, ahora ya no cumplen esta labor.

Todo ello dibuja una radiografía preocupante para un sector clave en la economía local, que dinamiza barrios, crea empleo y, que más allá de franquicias y grandes superficies, dota de singularidad a la capital; un sector que hay que cuidar.