El ataque de dos perros a una mujer permite destapar una red de explotación sexual

La investigación se inició el pasado 5 de agosto cuando una mujer sufrió el ataque de dos perros de 'raza peligrosa', perros de raza peligrosa mezcla de Pitbull y American Stanford.

La víctima sufrió heridas graves y si logró salvar la vida fue gracias a la intervención de un hombre que logró retener el ataque.

Las primeras informaciones apuntaron a que el ataque de los canes se produjo en un piso en el que se ejercía la prostitución y tal hecho activó todas las alarmas de los agentes actuaron que sospecharon estar ante un caso de trata de seres humanos con fines sexuales y que, de hecho, el ataque de los perros no fue fortuita sino intencionado a fin de controlar a las mujeres que ejercían en la casa, por lo que de inmediato se adoptaron las medidas de protección necesarias para que las víctimas (la propia lesionada y una compañera) abandonaran el lugar y fueran debidamente acogidas.

Tras constatar que en esos momentos no existían otras posibles víctimas en la vivienda, la policía inició una investigación que culminó con la detención el pasado 18 de septiembre de la mujer responsable de la recepción y control de las víctimas en el pido y a la que se la acusa de varios delitos, concretamente contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, lesiones y falsedad documental.

La investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones.

Cabe recordar que la policía mantiene además activadas la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos.