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El
Atlètic Balears está inmerso en la fase final de la temporada regular que le podría llevar a la disputa del Play-Off de
ascenso a Segunda División A. Deportivamente es una proeza que muy pocos se atrevieron a vaticinar antes de empezar, pero administrativamente es un quebradero de cabeza para sus directivos.
En caso de conseguir el ascenso en el apartado deportivo, deberían tomar una decisión clave, con varios hándicaps enfrente. Para empezar, el club se encuentra en concurso de acreedores, por lo que este tipo de decisiones está en manos del administrador concursal. Además cabe recordar que esta temporada el equipo está disputando sus partidos como local en Magaluf ya que el Estadio Balear permanece cerrado por orden del Ajuntament de Palma por peligro de derrumbe.
Ante esta situación, el equipo ya ha testeado las salidas posibles y como a todo el mundo se le ha ocurrido la posibilidad de que el Ajuntament de Palma le permita
jugar en el Estadio Municipal de Son Moix, compartiendo instalaciones con el Real Mallorca.
Según ha podido saber y confirmar mallorcadiario.com, tanto de fuentes municipales como del mismo club blanquiazul, esta vía pasa por una única condición, que consiste en el
pago de más de 3 millones de euros al equipo bermellón. Esta condición queda establecida en una cláusula que en su momento firmaron el Real Mallorca y el Ajuntament de Palma.
Si el Atlètic Balears quiere compartir Son Moix deberá abonar esos 3 millones al Mallorca.
Esta situación choca frontalmente con la situación económica del At. Balears y su situación de concurso de acreedores, ya que antes de abonar cualquier cantidad a un tercero debe liquidar a los deudores actuales.
Otras posibilidades son las de invertir en el césped artificial de Magaluf para obtener la certificación de FIFA y así poder jugar en la Liga Adelante, o incluso buscar otros campos con capacidad suficiente y de césped natural, como el de Inca o Sa Pobla.
Desde el club palmesano, apuntan a Cort como culpable en parte de la situación actual, al cerrar el Estadio Balear y desentenderse de encontrar una solución, con lo que han perdido la mayor parte de los ingresos del club, que procedían precisamente de las entradas de los asistentes.