El artículo "salat" para Catalunya
sábado 22 de febrero de 2014, 09:12h
El Govern Balear está interesado en que la Generalitat de Catalunya reconozca el artículo salat en su cuerpo normativo. Se trata de una inteligente medida para conseguir el espaldarazo en el Principado de las modalidades del catalán con un mayor uso en el Archipiélago. Pero no en todo el Archipiélago. En Pollença no se utiliza el salat, mientras que sí es usado en algunas zonas catalanas de la Costa Brava. En consecuencia, el salat constituye un extraordinario elemento de conexión y de entendimiento entre ambas comunidades.
Caso de que la Generalitat asuma esta petición -y sería muy inteligente por su parte que lo hiciera- se romperían no pocas de las barreras que separan a ambos pueblos. Hay mucha agua entre Catalunya y Balears, pero también mucha sangre compartida. Y ya se sabe que la sangre es más espesa que el agua. Además, una mayor conjunción lingüística lleva también aparejado, con el tiempo, mayor conexión social, económica e incluso política.
Sorprende este paso adelante del Govern Balear en pro de la máxima cohesión lingüística cuando el partido que lo sustenta, el PP, no demuestra en los actuales y removidos tiempos ninguna simpatía hacia los actuales gestores de la Generalitat. Pero tal vez nos encontremos ante una muy inteligente jugada del Consolat de la Mar, de acercamiento al concepto cultural de Països Catalans a cambio de que la gente del Principado mitigue sus actuales intenciones independentistas.
¿Nos hallamos ante una jugada política del altos vuelos con Bauzá de protagonista en la sombra? Catalunya tiene en mucha consideración a los baleares. Uno de sus partidos, Esquerra Republicana, ya tiene aprobado que si se separasen de España ofrecerían a los baleares el derecho a obtener la nueva nacionalidad e, incluso, el de ser elegidos en el Principado. ¿Ha visto el PP Balear, dada esta simpatía, un camino para llegar a acuerdos con los catalanes para convencerles de que no se vayan? ¿Aspira a un papel de mediador toda vez que sus compañeros del PP de Madrid se dan de bruces por su absoluta incapacidad de entenderse con los dirigentes de Barcelona? ¿Puede ser el salat un instrumento de mediación y un puente hacia la reconciliación?
Es necesario reflexionar sobre la cuestión. El puente más sólido de acercamiento entre Madrid y Barcelona está al otro lado del agua salada, en unas islas que podrían ser las auténticas intermediarias de este conflicto. Dejar solos a madrileños y catalanes con sus pleitos seculares es pelea segura. Sólo el Consolat está en condiciones políticas, culturales e históricas de poner bálsamo a la herida.