Es y será uno de los temas estrella de la legislatura dado su alcance social y económico y sus consecuencias políticas. El alquiler vacacional vuelve a primera línea de actualidad después de que el Parlament haya instado al Govern a regularizarlo antes de seis meses. De ello y otros asuntos habla el director general de HomeAway para el Sur de Europa, Juan Carlos Fernández.
Parece que después de tantos años, este verano habrá regularización. ¿Llega tarde?
Nunca es tarde para regular, lo importante es que sea una ordenación real, no una prohibición de hecho o de derecho de la actividad, ya que es parte del sector turístico. No es un fenómeno coyuntural, es global, crece en España y de hecho, en Mallorca, el crecimiento de la demanda es del 40%.
¿Prevé que sea una labor complicada? Confluyen aspectos de turístico, urbanístico y civil...
Lo que hay que hacer es afrontar la realidad, no prohibir, no ser restrictivo, porque al final la actividad va a seguir existiendo. Pedimos que los criterios sean lo más homegéneos posible respecto al resto del país y que sean viables para el propietario. Que escuchen a todos los participantes y no solo a los hoteleros, no se puede poner puertas al campo.
¿Este retraso se debe al sector hotelero?
Está motivado muchas veces por la influencia de grupos hoteleros, en Baleares es así. Es cierto que hay una regulación ahora mismo pero es muy restrictuva e incluye elementos no muy claros como los canales de comercialización. Un particular puede alquilar su vivienda si lo pone en una web de alquiler inmobiliario pero no en una como la nuestra.
¿La ley de esta comunidad pone trabas, entonces?
Lo que se pretende es limitar la competencia a través de poner frenos a la difusión o el tipo de plataforma de anuncio de esa vivienda. Al ofrecer servicios turísticos –que insisto, estas viviendas no los ofrecen- es cuando ya podrías estar hablando de servicios como hostelería, limpieza, etc. que tiene una regulación distinta. Para mí lo fundamental es regular la actividad según la actividad en sí misma, no puedes regular una vivienda de alquiler vacacional con los mismos criterios que un hotel porque no es un hotel y no ofrece los servicios de un hotel. La limitación de la competencia como la de Balears –que junto a Canarias, son las CCAA que tienen las regulaciones más restrictivas- es llamativa porque son comunidades donde el lobby hotelero tiene una presencia mas importante. La regulación no tiene que responder a los intereses de unos pocos sino a los intereses generales. Hay miles pequeños propietarios que tienen una segunda vivienda y legítimamente, quieren alquilarla.
Los recursos naturales son limitados. De hecho, este verano va a ser complicado por la escasez de agua. ¿Hay que poner un tope de llegada de turistas?
Claro que son limitados pero en este caso, de lo que estamos hablando es de viviendas que existen, no de construcción de viviendas o de hoteles incrementando la capacidad
¿No suma gasto medioambiental? Las islas se llenan y se exprimen hasta la extenuación.
Se llena más la isla y por ello, genera mas actividad económica, no tienes a todo el mundo agrupado en un sitio concreto, lo que dinamiza el barrio, el comecios pequeños, se reparten ma´s por la isla. No se ocupa mas espacio del que ya hay, es la capacidad que ya existe.
¿Es mediomentalmente sostenible?
Absolutamente sí. Es el modelo de turismo tradicional que estaba incluso antes que los hoteles. El caso de Menorca es un poco el caso paradigmático, no hay tantos hoteles y sí viviendas.
Otro argumento que se suele esgrimir en contra de esta modalidad es que "cualquier puede ser empresario turístico". ¿No puede bajar la calidad de la imagen turística del destino?
La imagen de calidad- según nuestro II Barómetro- es todo lo contrario a la bajada. Tanto la satisfacción del viajero como la del propietario.
¿Detectan problemas con los residentes?
Los problemas con los vecinos no son tales, no hay conflictividad. Barcelona, que ha estado siempre en todos los medios por problemas de este tipo, tiene un número de quejas ínfimo (0,001.) Casi inexistente. De hecho, según el Barometro, no hay una mayor conflictividad ni insatisfacción por parte de los vecinos que con los hoteles. Además nuestro propio modelo es de autoregulacion: los comentarios de los usuarios son importantísimos. Un hotel se puede permitir tener comentarios negativos pero las viviendas vacacionales no. Un usuario pone un comentario negativo y el resto no va a querer ir. Nosotros ademas lo regulamos. Si una vivienda tiene tres comentarios negativos, directamente se quita de la plataforma.
¿Cualés son los aspectos positivos y negativos que perciben de sus usuarios sobre Balears?
El destino, el entorno en sí. Y luego las condiciones de la vivienda.: las instalaciones, la flexibilidad, son muy buenos. Y más con nuestro principal público (el 80%) que son las familias. ¿Negativo? No hay nada significativo.
¿Cree que habrá un boom de oferta después de la regularización?
Yo creo que el mercado ya está montado, ya esta ahí. En Portugal, por ejemplo, regularon de manera muy sensata y simplemente afloró lo que ya había.