Después de medio siglo de especulaciones, el ADN confirma lo que muchos sospecharon: el famoso estrangulador de Boston fue Albert DeSalvo, que siempre fue el sospechoso principal.
El estrangulador siempre se confesó como autor de los crímenes pero se le consideró un fanfarrón y no se le pudo juzgar por falta de pruebas; eso sí, DeSalvo estuvo en la cárcel pero por otros crímenes, y fue ahí dónde fue asesinado en 1973.
Ha sido el flujo seminal el que ha aclarado el caso; se encontró en su última víctima: Mary Sullivan de tan solo 19 años, a la que violó y estranguló en su casa en 1964. Fue de 1962 a 1964 cuando se encontraron los cuerpos de 11 mujeres de diversas edades comprendidas desde los 19 hasta los 85 años violadas y estranguladas.
Hasta ahora
la tecnología no era suficientemente avanzada para determinar si el ADN era el de
DeSalvo, y de hecho ya en el 2000 el investigador
Don Hayes intentó obtener muestras clarificadoras del ADN que pudieran resolver el caso.
Hayes, a pesar de ese fracaso,
guardó las muestras con la idea de que en el futuro la tecnología permitiría conseguir las pruebas necesarias, tal y como ha sido
13 años después. Por fin las familias podrán respirar tranquilas sabiendo que el caso se ha aclarado y que
el culpable acabó entre rejas, aunque no fuera por los estrangulamientos.