La publicación recalca que en 2007, España se encontraba entre los países con menores tasas de privación severa de la Unión Europea, con un 3,5% -cerca de países como Suecia, Dinamarca y Finlandia-. La tasa española se dobló (7,1%, en 2014), mientras que la de estos países descendió.
Desde entonces, este indicador de pobreza ha disminuido en España hasta situarse, en 2017, en el 5,1%. Aunque es inferior a las tasas de privación registradas en Grecia (21,1%), Italia (10,1%) y Portugal (6,9%), continúa por encima de la de países como Francia (4,1%), Alemania (3,6%), Dinamarca (3,1%) y Holanda (2,6%).
Entre los ciudadanos menores de 18 años residentes en España, la tasa de privación material severa (6,5%) es cuatro puntos porcentuales más elevada que la de quienes cuentan 65 o más años (2,4%). En términos absolutos, de los 2,36 millones de residentes en España afectados por privación severa en 2017, 541.000 (23%) tenían menos de 18 años y 205.000 (9%) contaban con más de 64 años.