La iniciativa -una de las medidas estrella del Pacte- tiene como objetivo reducir drásticamente el número de coches que entran cada mañana en Palma. Así, los conductores que diariamente acuden a la capital por motivos de trabajo podrían aparcar sus vehículos en zonas del extrarradio de Palma o de las localidades vecinas (Llucmajor, Marratxí o Calviá) y llegarían al centro en transporte público.
En la actualidad, la ciudad ya cuenta con tres párkings disuasorios -Son Sardina Son Fuster y Son Moix- y proyecta otros tres: uno en la calle Aragón, se ubicará en un solar que se encuentra en la zona de salida de la Vía de Cintura, otro en el Corredor Ponent, en un solar de Porto Pi; y un tercero en el Corredor Llevant, pendiente de encontrar un solar.