El Gobierno de Estados Unidos cumplió sus amenazas a Turquía sobre las consecuencias de su incursión en el norte de Siria al sancionar a tres ministros del Ejecutivo del presidente Recep Tayyip Erdogan, anunciar que subirá los aranceles contra el acero turco hasta el 50 por ciento y cerrar las puertas a un posible acuerdo comercial entre ambos países.
"Estados Unidos responsabiliza al Gobierno turco por el aumento de la violencia por parte de las fuerzas turcas, poniendo en peligro a civiles inocentes y desestabilizando la región", dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado.