El Director del Centre de Recerca Económica de Sa Nostra diagnostica los problemas específicos de la economía balear, y apunta algunas recetas. Las claves, en su conversación con Mallorcadiario.com.
El turismo iba a hacer que Baleares saliera antes de la crisis que el resto de CCAA. Y la receta era diferenciar nuestra oferta de la de la competencia. ¿Cómo lo lleva Baleares?
Esa sería la receta de hace 10 años. Hace diez años teníamos una ventaja comparativa frente a nuestros competidores. Lo inteligente hubiera sido ampliar esa ventaja comparativa, diferenciándose del resto. Esta hoy ya no es la receta, entre otras cosas, porque esas posibilidades de diferenciación existen incluso para el vecino. Lo que hay que hacer ahora es buscar visiones mucho más integrales de la economía balear. No podemos seguir alimentando el tópico de que hay que desestacionalizar, diferenciarse, especializarse, buscar nichos de diversificación…todo esto son recetas para hace 10 años. Hoy, con unas reglas de juego diferentes y con unos competidores mucho más fuertes que entonces, se necesitan otro tipo de soluciones.
¿Cuáles?
El principal efecto positivo del turismo no reside tanto en el número de turistas que nos visitan, ni siquiera en el gasto que realizan. El efecto positivo está en la capacidad de la economía de aprovechar ese gasto. Y ello depende de las interrelaciones que mantiene la industria turística con el conjunto de la economía. Si esa interrelación es muy fuerte, si el tejido es muy fuerte, si la malla de interdependencias entre la industria turística y el resto de ramas de producción de bienes y servicios, públicos y privados, es muy fuerte, muy densa, ese gasto tendrá un efecto multiplicador más elevado. En el año 83, por cada euro gastado por un turista, el efecto multiplicador era prácticamente del doble. ¿Qué ha ocurrido en los últimos 10 años? Pues que esa red de interconexiones ha perdido densidad, se ha debilitado y con ello se ha mermado la contribución que el turismo hace al crecimiento, la ocupación y la riqueza regional.
¿Las reglas del juego han cambiado?
Las reglas han cambiado por dos razones. Una, porque la economía cada vez es más internacional, y jugar a la internacionalización pone en valor la palabra "competitividad". Segundo, porque algunas medidas económicas tradicionales en favor de la competitividad como, por ejemplo, las devaluaciones o el uso de otros mecanismos artificiales, han perdido efectividad. Hoy no deben perseguir sólo la competitividad las empresas, hay que contemplar la competitividad de zonas, de países, de territorios. Ello obliga a poner el énfasis en la productividad, en la eficiencia. Porque la productividad determina la capacidad de una sociedad para sacar provecho de los recursos que tiene. Porque la productividad es la base del rendimiento de una inversión y por lo tanto es la base para atraer capitales, propiciar mejores salarios y mejorar el nivel medio de bienestar de la población. Baleares debe ganar eficiencia y debe hacerlo pensando en global y actuar de forma local. Estamos muy acostumbrados a pensar únicamente en términos locales, y actuar en términos locales.
¿Una buena temporada turística tiene cada vez menos influencia en el PIB?
Así es. Y es así por el concepto que explicaba antes: la malla empresarial de servicios ha perdido densidad. La prueba más evidente la tuvimos el año pasado. 2011 se cerró con una temporada récord en materia de turistas, récord en pernoctaciones, récords en términos de gasto turístico total, en apartamentos, en hoteles rurales, etc…y el resultado final fue que la economía balear tan sólo consiguió crecer un 0,4% y apenas creó empleo.
Entonces, mal pinta todo…
Hoy por hoy, lo que se necesita son visiones más a largo plazo. La globalización, el cambio tecnológico...sólo permitirá sobrevivir a los sistemas (empresas, regiones, países) más eficientes.El que lo consiga, sin lugar a dudas, triunfará en el futuro. Aquellas empresas y regiones que no sean capaces de mejorar sus niveles de productividad evolucionarán hacia un equilibrio de bajo nivel, improductivo, indeseable. Empezar la temporada con 85.000 personas buscando trabajo es el ejemplo más claro de que aquí lo que falla es la productividad. Eso quiere decir que nuestra economía no está siendo capaz de aprovechar su fuerza laboral. Nuestra tasa de paro es tan elevada en Baleares porque, más allá del problema cíclico y coyuntural, tenemos un problema estructural que impide que esta sociedad aproveche de la mejor forma sus recursos laborales, pero también naturales, tecnológicos, de infraestructuras, etc.
¿Cómo ganaremos competitividad?
Si una economía no mantiene elevados nieveles de productividad o de eficiencia, difícilmente puede tener altos niveles de bienestar. Después de 13 años consecutivos de ir perdiendo productividad, año tras año, aquello que parecía una asignatura pendiente hoy se ha convertido en el gran problema. Sólo podemos salir de esta situación ganando eficiencia. ¿Se puede a corto plazo? Según las estadísticas lo estamos haciendo. Somos más productivos que hace tres años, pero lo estamos haciendo a base de tener menos trabajadores en activo. ¿Es la mejor forma de hacerlo? No. Esta es una forma de ganarla matemáticamente, pero no es una forma de ganarla en términos económicos. Hay que ganar productividad añadiendo valor a los productos y servicios, no sólo rebajando los costes de producción. Lo mismo ocurre con la competitividad. Hay una forma de ganarla a corto plazo: devaluando, bajando precios, márgenes empresariales y salarios. Pero esto sólo sirve para animar hoy el marcador de crecimiento, a largo plazo, la economía no podrá garantizar a la sociedad los niveles de bienestar que se merece. Solo estaría justificado ganar competitividad de esta forma si paralelamente se activaran también palancas de crecimiento a largo plazo, orientadas a mejorar los niveles de innovación, la formación, tecnología, conocimiento...
¿Y cómo acabaremos el año en Baleares en términos de crecimiento?
Vamos a terminar el año con un crecimiento negativo. El tercer trimestre nos dará un respiro pero no servirá para saldar el año on una tasa positiva de crecimientode crecimiento.