El Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo han logrado un acuerdo político sobre la norma con la que se pretende reforzar el peso de los productores de leche y asegurar precios más justos para el sector, y que permitirá a España introducir su modelo de contrato lácteo obligatorio. Las partes tienen que ratificar formalmente el acuerdo que podría entrar en vigor en el segundo semestre de 2012.
Los productores españoles pueden desde hace tres años recurrir a un contrato de tipo voluntario.
La nueva norma establece que los Estados miembros que así lo deseen podrán introducir los contratos lácteos obligatorios que fije un marco claro para la relación contractual, que debe ser de al menos seis meses e incluir condiciones como la duración del contrato y el precio del producto. Otra opción es que el primer comprador presente una oferta por escrito al ganadero.
En cualquier caso, la regla comunitaria deja claro que "sólo será obligatorio si el ganadero acepta las condiciones" del mismo, con el objetivo de dejar la última palabra al productor lácteo, han explicado fuentes diplomáticas.
Con esta salvaguarda se han querido salvar las reservas de algunas delegaciones por los problemas que podría plantear en relaciones contractuales transfronterizas, explican las fuentes.
También se regula la formación de organizaciones de productores para permitir que se asocien y puedan negociar conjuntamente con la industria. El modelo español plantea que puedan unirse en la negociación hasta sumar 200.000 toneladas, pero necesita el texto europeo para que no plantee problemas de competencia.
Entre los principales problemas que han retrasado el acuerdo --tras cerca de un año de negociaciones-- figura la fecha de entrada en vigor de la regulación y la situación de las denominaciones de origen.
Varios países, entre ellos España y Francia, pidieron que se garantizara que las denominaciones de origen tuvieran asegurado el suministro de leche cruda, algo que han conseguido en el caso de los quesos y bajo "condiciones muy estrictas", explican las fuentes.
En cuanto a la entrada en vigor de la nueva regulación, finalmente se ha impuesto el plazo de seis meses que defendieron países como España y Francia, frente al deseo de otras delegaciones, entre ellas Reino Unido, de retrasar su aplicación un año. Además, cuestiones concretas como las reglas de las OP tendrán una aplicación "inmediata", explican las fuentes.
Aún es necesario que la Eurocámara y el Consejo ratifiquen formalmente el pacto en los próximos meses y que sea publicado por el Diario Oficial de la UE. A partir de ahí habrá un periodo de seis meses para su aplicación en los Estados miembros, por lo que el proceso se alargará hasta al menos el verano/otoño de 2012, según fuentes europeas.
REACCIONES
El eurodiputado de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) y ponente del paquete lácteo en la Eurocámara James Nicholson ha celebrado el acuerdo porque supone un fuerte apoyo a los ganaderos. "Los productores a menudo se sienten como David en la batalla contra Goliat con muchas de las empresas a las que proveen", ha dicho en un comunicado en el que destaca que la nueva norma permitirá a los Estados miembros tomar medidas para dar mayor transparencia en las relaciones entre productores e industria.
El comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, por su parte, ha valorado que esta decisión "prepara al sector lácteo para el nuevo contexto económico y refuerza la posición de los productores en la cadena de suministro", al tiempo que ofrece a las organizaciones de productores "todas las herramientas necesarias para promocionar mejor su trabajo".
"La nueva regulación abrirá la vía hacia una gestión moderna de los mercados agrícolas, con menos burocracia y una mejor organización entre las autoridades públicas y los actores privados", ha añadido, para después subrayar que ofrece nuevos instrumentos para afronatr los retos económicos y reemplazar otras medidas que han perdido su eficacia.