A estas alturas me imagino que todos vosotros habéis adivinado que yo vivo mi propia vida rosa, como bien dice una canción de Los Romeos, que ,por cierto, me fascina. En mi mundo todo es maravilloso, todo es perfecto. Pero sólo en mi imaginación. Desgraciadamente eso no es así, ninguno de nosotros somos perfectos, todos tenemos nuestras virtudes y nuestros defectos. C´est la vie!
Me considero una persona muy exigente, tanto con los demás como conmigo mismo. Cuido cada detalle al máximo y me gusta que los demás también lo hagan. Desde siempre me ha importado mucho la vestimenta, menudo superficial estoy hecho, quizás esa sea una de las razones por las que creé I am a fashion victim, una forma de evadirme, haciendo algo que me apasiona e intentando retratar todas aquellas cosas que más me gustan. Evidentemente, y doy gracias, veo muchas cosas que me gustan, pero veo muchas más que no me gustan. ¿Por qué la gente le da tan poca importancia al vestir? Es nuestra carta de presentación. Imagino que todos conocéis el refrán "dime con quién andas y te diré quién eres", verdad?
Yo hago una versión propia del mismo, "déjame ver como vistes y te diré como eres". Vamos a poner un ejemplo: una discoteca, una chica muy corta, muy estrecha y con el pecho asomando por arriba, ... Seguro que se te está ocurriendo algo, no? Evidentemente no es un método fiable al 100%, siempre hay excepciones, pero no me suelo equivocar mucho.
En mi mundo rosa la gente es educada y amable, cosa que, como ya bien dije en artículos anteriores, brilla por su ausencia; muchos de ellos se meten en el papel de educados y correctos, pero es una simple capa superficial; yo siempre digo, si rascas un poquito (como en esos cartones de rasca y gana que entraban en las patatillas cuando yo era pequeñito), aparece el premio o, quizás te salga (lo más probable) sigue jugando. Si alguna vez tenéis dudas os invito a hacer una prueba de ello, es muy sencillo, sólo tiene que haber un pequeño problema para que cada uno se quite su máscara.
¿Qué es el glamour?
¿Dónde está el glamour?
¿Quién tiene glamour?
Andrés Llompart