No me lo puedo creer. Dicen los nuevos alcaldes que se han encontrado que, los que han perdido, han dejado la caja vacía. Se han gastado todo el presupuesto del año, ahora en pleno julio.
No me lo creo, porque conozco muchos alcaldes de la izquierda nacionalista y socialista que no serían capaces de permitir tal expolio. Por ello, reclamo a los entrantes que hagan una auditoría externa para saber que queda del presupuesto municipal que se aprobó antes del 31 de diciembre. Y si es cierto, que se han gastado todo el dinero, que lo denuncien a la fiscalía, que expliquen en el plenario, ante los Medios y ante el pueblo. Nosotros pagamos con nuestros impuestos sus salarios y el presupuesto que gestionan por decisión popular. No me basta que digan que se lo han gastado, que lo demuestren. Y, si es cierto, que no lo callen, que lo hagan ya, antes de las generales. Las numerosas organizaciones sociales, culturales, del tercer sector, que viven gracias a las subvenciones de ayuntamientos, consells y govern, están aterrados. Este segundo semestre deberían cobrar las ayudas y subvenciones. Pero los nuevos responsables dicen que no hay dinero. Si es cierto, yo quiero saber cómo se ha gastado el presupuesto y quiero conocer los nombres y apellidos de los gestores culpables del mal uso del dinero público. Y además, creo que sería muy conveniente hacer las auditorías externas, para saber la realidad. No vale que digan que eran responsables y todo lo que hicieron es legal. Me he hartado, en estos años, de oír el discurso: que somos democráticos y ayudamos a toda la sociedad. Pero, ahora, me cuenta y me lo creo, que una organización social de la izquierda ha recibido 60.000 euros de una subvención para una actividad anual, que esté año, parece que no se realizará. Si es cierto, me suena al reparto de lo que queda en la caja, y primero los amigos, después los amigos y por último, los amigos. Me encantaría que las organizaciones sociales que se han manifestado en contra de los acuerdos democráticos del Parlamento balear, que acosan, acusan y demonizan (por lo de las brujas viejas) a los nuevos responsables; me gustaría, digo, que explicasen cuánto les ha dado el Pacto en estos años. Y que me digan si han cobrado todas las ayudas prometidas. Yo, que ya soy un jubilado, recuerdo y no lo contaré todo, como en un cambio de Govern, tuve que llorar a ciertos demócratas de toda la vida, para que pagasen unas subvenciones aprobadas en el presupuesto. Sé, que las pagaron porque yo era periodista. Si no, aún no se habrían cobrado. Y de eso se trata esta reflexión. A la hora de la verdad, ni derechas ni izquierdas. Gente responsable o delincuentes. Y, nota final. A las del aquelarre, les recuerdo, que en la tradición mallorquina, les bruixes sempre són dolentes.