Los hechos tuvieron lugar el pasado lunes 14 de febrero. Eran alrededor de las 17.30 horas cuando una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional fue alertada por una vecina que en la plaza Orson Wells se estaba produciendo una pelea entre los miembros de dos familias.
Los agentes se aproximaron al lugar y observaron a un grupo numeroso de personas, portando alguno de ellos palos de madera, garrotes y paraguas. Con el paso de los minutos, familiares de ambos clanes acudieron al lugar, congregándose alrededor de sesenta personas. Mientras, aumentaba la hostilidad entre los presentes.
En un momento dado, varias personas se enzarzan en una pelea en la que se utilizaron los palos de madera, agrediéndose mutuamente, produciéndose momentos de tensión que alcanzaron su punto más álgido cuando algunas personas hicieron referencia de la presencia de un arma de fuego.
Al lugar acudieron numerosas patrullas de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional. Los agentes consiguieron formar un cordón de seguridad separando a los miembros de ambas familias, que se proferían entre ellos amenazas, evitando con la actuación policial un mal mayor.
Tras recabar datos de lo sucedido, los policías observaron a varias personas con heridas sangrantes de carácter leve y con contusiones varias. Ninguna de ellas quería recibir asistencia sanitaria.
El grupo de Atracos de la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación que consiguió un vídeo que circulaba por redes sociales en la que se recogían parte de la riña y en la que se observaba a varias personas portando palos y a un hombre esgrimiendo un arma de fuego, en concreto una escopeta.
Los agentes realizaron diversas gestiones y pudieron identificar entre las sesenta personas que estuvieron en el lugar a los implicados.
Se desconocen con exactitud las causas que provocaron la riña. Los miembros de uno de los clanes indicaron que el altercado se inició cuando un joven de su familia conducía un vehículo y colisionó de forma leve con un vehículo del otro clan, produciéndose la riña. Sin embargo los miembros del otro clan argumentaron que estaban de luto y el conductor puso la música alta y no respetó el duelo de la familia.
Los agentes realizaron numerosas gestiones para la localización del arma y fruto de las tareas se consiguió que uno de los miembros de la familia entregara a los agentes la escopeta que supuestamente se mostró en la riña, sin que en ningún momento se hiciera uso de la misma.
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