Las pruebas confirman que Rigo disparó a dos metros del asaltante

El juicio contra Pau Rigo, el anciano que disparó y mató a uno de los ladrones que irrumpieron en su vivienda de Porreres (Mallorca) en febrero de 2018, entra en su fase final en la Audiencia Provincial de Palma. Este miércoles, uno de los especialistas en criminalística de la Guardia Civil ha detallado las circunstancias del disparo fatal, realizado con una escopeta a una distancia “de entre 1,5 y 2 metros”.

Según el informe químico presentado en el juicio, el disparo se produjo con una escopeta de dos cañones superpuestos que pertenece a Rigo y para la cual tiene licencia. “El proyectil impactó en el abdomen del asaltante, causando un orificio que, por su forma y los residuos hallados en el chaleco del fallecido, evidencia que el tiro se efectuó a corta distancia”. Además, se encontraron residuos de disparo en otras prendas del fallecido.

El perito también ha explicado que los residuos del disparo son “partículas que se generan en el interior de la recámara de un arma de fuego” y ha concluido que “no hay otro proceso humano o industrial conocido que produzca esas características”.

PRUEBAS DE ADN EN EL LUGAR DEL CRIMEN

Durante la jornada, han declarado también dos agentes de la Guardia Civil que analizaron las pruebas de ADN recogidas en el lugar de los hechos. En el pijama de Rigo, así como en las escopetas y en una pata de cabra utilizada por los ladrones para entrar en la vivienda, se encontraron restos genéticos del acusado. Uno de los peritos ha destacado que es “ampliamente más probable” que los restos genéticos hallados en la herramienta metálica llegaran por contacto directo.

Según los informes, también se localizaron restos de sangre en el pijama de Rigo, el suelo y un mueble cercano al lugar del disparo, aunque no se halló sangre en la pata de cabra.

FASE FINAL DEL JUICIO

Está previsto que el juicio concluya este jueves con la declaración de los forenses y, el viernes, con las conclusiones y los informes finales de las partes. La decisión del tribunal del jurado marcará el desenlace de un caso que ha generado un intenso debate sobre la legítima defensa y la seguridad en los hogares.