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Diario de un confinado: Como los chorros del oro

Por Josep Maria Aguiló
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jmaguilomallorcadiariocom/8/8/23
jueves 19 de marzo de 2020, 02:00h

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En tiempos de nuestros abuelos, lo habitual solía ser limpiar la mayor parte de las casas y las viviendas durante los fines de semana, ingrata tarea que era conocida popularmente con la expresión de «fer dissabte». Con el tiempo, esa sana costumbre se fue perdiendo poco a poco en parte, por lo que en muchos hogares solíamos limpiar ya sólo cuando buenamente podíamos, dilatando cada vez más la frecuencia que seguramente sería deseable para hacer uso del cepillo, la fregona o la bayeta.

Para demostrar que eso último era así, bastaría con recordar ahora el elevado número de anuncios televisivos que en estos últimos años se han centrado en ofrecernos todo tipo de productos de limpieza, tras mostrarnos previamente en cada «spot» publicitario casas llenas de ácaros, suciedades varias y humedad. En ese sentido, la estancia que en principio parece siempre más abandonada en nuestros hogares es el cuarto de baño, seguido a muy poca distancia por la cocina, ya sea americana o tal vez no.

Con independencia de los anuncios, por experiencia propia sabemos que el cuarto de baño es una de las zonas de la casa que requiere siempre de nuestros mayores esfuerzos y de nuestros mejores productos, para intentar hacer frente a las manchas de humedad, los malos olores, la cal en la mampara de la ducha, la suciedad en las juntas de las baldosas o la roña persistente en el lavadero. Por fortuna, con el tiempo libre inesperado del que disponemos ahora, tenemos la oportunidad de poder devolver a nuestros aseos su antiguo esplendor originario, dejándolos literalmente —o casi— como los chorros del oro.

A partir de ahí, se nos puede abrir un abanico casi infinito de posibles tareas limpiadoras, que abarcarían la cocina, las habitaciones, el suelo, los cristales, la terraza o la sala de estar. Además, al mismo tiempo que limpiemos podremos hacer también, paralelamente, un poco de ejercicio. Con esos mimbres previos, puede llegar a ser posible alcanzar casi la perfección higienizadora, sobre todo si en casa contamos también con una fregona giratoria, un limpiador multiusos y un robot aspirador.
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