Un joven de 19 años y nacionalidad ecuatoriana ha sido detenido tras cometer una veintena de robos con fuerza y daños en vehículos estacionados en aparcamientos privados en Son Son Armadams, Santa Catalina y Foners.Al joven se le ha imputado también por sustracción de vehículos y estafa.
La Policía Nacional ha informado de que el pasado jueves una patrulla acudió a un aparcamiento ubicado en Son Armadams y comprobó que alguien había accedido al parking privado de una comunidad y había causado innumerables daños para poder robar en el interior de los coches allí estacionados.
Las cámaras de seguridad permitieron tener una imagen del ladrón que sustraído una tarjeta bancaria del interior de uno de los coches y estaba utilizándola en un establecimiento cercano.
Los agentes intervinientes se personaron a los pocos minutos en dicho establecimiento pero el delincuente ya no se encontraba allí, por lo realizaron una batida que permitió dar con el joven, quien reconoció haber utilizado la tarjeta y que acabó siendo detenido.
De hecho, el detenido portaba diversos objetos como gafas de sol, linternas, mecheros, adaptadores de USV joyas, ropa, y otros efectos así como 7 mandos a distancia de garajes.
Paralelamente los agentes de Policía Judicial de las Comisarías de Centro y Oeste estaban llevando sendas investigaciones por otros once robos con idéntico modus operandi cometidos en diferentes aparcamientos de los barrios de Son Armadams, Santa Catalina y Foners y que le han sido imputados al detenido.
Pero al joven se le imputa también la sustracción y posterior venta de una motocicleta a un tercero que, actuando de buena fe, cerró la compra por 2.000 euros y entregó una cantidad a cuenta. De hecho, ambos acordaron una fecha determinada para la entrega de la documentación a fin de proceder al cambio de papeles, quedándose el comprador con la motocicleta.
Sin embargo, el vendedor no se personó a la cita y el comprador, al sospechar de que pudiera tratarse de una estafa, puso los hechos en conocimiento de la policía lo sucedido.
Los agentes comprobaron que la motocicleta había sido sustraída en el interior de uno de los aparcamientos y que la persona que había quedado para la venta era el joven que había accedido a los garajes, por lo que también se le imputó la comisión de un delito de sustracción de vehículo y estafa.