Los hechos, según la Policía Nacional, venían sucediendo desde hace cuatro años, cuando el padre de los dos menores, que tienen la potestad total de los mismos, dejaba que se fueran a casa de su amigo, en un pueblo de Mallorca, para que el mismo abusara sexualmente de ellos, siempre a cambio de dinero.
El progenitor era conocedor de los abusos pues recibía dinero de al abusador sexual.
Cuando los menores alertaron al padre de lo que estaba sucediendo, éste les decía que "no podía ser y que era imposible".
A cambio de quedarse el agresor con los menores, los niños eran recompensados con dinero y ropa y el progenitor también recibía dinero.
Además, el padre cuando llegaba a casa borracho, agredía a los menores con un cinturón con hebilla de hierro, les daba patadas con botas de punta de hierro y les estiraba de los pelos.
Cuando la Dirección General de la Infancia, Juventud y Familia tuvo conocimiento de estos hechos, interpuso denuncia de lo sucedido.
Una vez que el grupo de la UFAM tuvo conocimiento de tales extremos, tras la denuncia interpuesta a inicios de diciembre, los agentes comenzaron a recabar información y declaraciones, lo que provocó el arresto el pasado martes de estos dos hombres por un delito de agresión sexual y corrupción de menores. La madre se hizo cargo de la tutela de los dos menores.
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